- El Govern lanza un plan con ayudas específicas para preservar a polinizadores como abejas, avispas y mariposas.
- Se incentiva la creación de hábitats adecuados y la reducción del uso de fitosanitarios en la agricultura.
- Se instalarán hoteles de insectos y se fomentará la plantación de hierbas autóctonas en zonas urbanas y rurales.
- El plan prevé la colaboración de ayuntamientos, agricultores y ciudadanía para garantizar la supervivencia de estos insectos esenciales.
Las abejas, avispas y mariposas son esenciales para la polinización y el equilibrio de los ecosistemas, pero en los últimos años sus poblaciones han experimentado un notable descenso. Diversos factores como el uso intensivo de pesticidas y la pérdida de hábitat han puesto en jaque su supervivencia, generando preocupación tanto en el sector agrícola como en la sociedad en general.
Conscientes del problema, las administraciones públicas han comenzado a tomar medidas para frenar la desaparición de estos polinizadores. En Catalunya, por ejemplo, se ha impulsado una estrategia integral dirigida a proteger y fomentar la presencia de abejas, avispas y mariposas, que incluye ayudas para agricultores y la colaboración de distintas entidades.
Un plan pionero para preservar polinizadores
La Generalitat de Catalunya ha presentado un Plan Intersectorial para la Conservación de los Polinizadores, conocido como PiPol, que destina más de cinco millones de euros a la protección de insectos como abejas, avispas y mariposas. El objetivo principal de este plan es frenar el descenso de sus poblaciones y asegurar la biodiversidad, tan vital para la agricultura y los ecosistemas naturales.
Entre las acciones más destacadas está el apoyo directo a los agricultores, quienes podrán recibir incentivos para adoptar prácticas respetuosas con los polinizadores. Esto incluye la siembra de cultivos florales, el mantenimiento de márgenes con vegetación silvestre cerca de los cultivos y la disminución del uso de productos fitosanitarios, respetando la normativa europea.
Crear hábitats y reducir amenazas
El plan también se centra en generar entornos favorables para la vida de estos insectos. La instalación de hoteles de insectos y la plantación de hierbas autóctonas en parques, jardines y áreas periurbanas son algunas de las medidas. La realización de un mantenimiento adecuado y la evitación de estructuras excesivamente grandes ayuda a prevenir la competencia entre especies y el riesgo de atraer depredadores y parásitos.
Se contempla además permitir el crecimiento controlado de plantas que suelen considerarse «malas hierbas», ya que estas contribuyen a aportar alimento y refugio a muchos polinizadores.
Las zonas cercanas a carreteras y vías ferroviarias serán también adaptadas como corredores biológicos, facilitando la conexión entre diferentes hábitats. Acciones simples, como retrasar la siega en los márgenes, pueden marcar una diferencia significativa para la biodiversidad local.
Colaboración y educación ambiental
Otra clave de la estrategia es la educación ambiental, dirigida a toda la población, con el fin de sensibilizar sobre la importancia de los polinizadores. Se potenciarán los contenidos informativos en espacios naturales y se organizarán actividades educativas para escolares y ciudadanos.
La colaboración con ayuntamientos y empresas de jardinería resulta fundamental para que ajusten sus proyectos a las necesidades de estos insectos, tanto en entornos urbanos como rurales. El seguimiento de las poblaciones permitirá evaluar la efectividad de las medidas adoptadas y realizar mejoras en función de los resultados.
Asimismo, la conservación de las especies silvestres y las abejas de la miel presenta otro de los retos del plan. Se fomenta la investigación para determinar cómo compatibilizar la apicultura con la protección de los polinizadores autóctonos, imprescindibles para la flora local.
El aumento de iniciativas para proteger a estos insectos tan importantes para la vida y la seguridad alimentaria refleja la creciente preocupación por su desaparición. Medidas como las implementadas en Catalunya pueden servir de referencia para otras regiones y sectores, promoviendo una acción conjunta en la preservación de los polinizadores.
