- Fiscalía Ambiental de Rawson coordina con ONG, clubes y autoridades acciones para resguardar colonias.
- Temporada crítica de agosto a diciembre: riesgos por vehículos, cuatriciclos, perros y presencia humana.
- Caída del 70% en 2023 impulsa controles y campañas en Bahía Cracker, La Escondida, El Sombrerito y Bahía Bustamante.
- Perturbar colonias es delito; se insta a denunciar cualquier hecho para favorecer la recuperación.
Las autoridades de Chubut han puesto en marcha un dispositivo conjunto para minimizar el impacto humano sobre las colonias de elefantes marinos que descansan y crían en la franja costera. La Unidad Fiscal Ambiental de Rawson, junto a organismos provinciales, ONG y clubes de pesca, coordina medidas para proteger a las hembras y a sus crías en plena temporada de reproducción.
El plan refuerza controles de acceso y tareas de concienciación en puntos sensibles como Bahía Cracker, La Escondida, El Sombrerito y Bahía Bustamante, donde confluyen pescadores y visitantes. Además, se recuerda que la perturbación de estas colonias constituye un delito y que es clave denunciar cualquier conducta que las altere.
Temporada de cría: claves para evitar el impacto humano
Entre agosto y diciembre las hembras arriban a la costa para parir y amamantar a sus crías, un periodo especialmente sensible para la especie. Interferencias como acercamientos indebidos, tránsito de vehículos y cuatriciclos o la presencia de perros pueden cortar el amamantamiento, del que depende por completo la supervivencia de los cachorros.
La Fiscalía Ambiental, conducida por la fiscal general María Florencia Gómez, insiste en que cualquier disturbio que altere la rutina de las colonias puede tener efectos severos. Tras una caída estimada del 70% de la población en 2023, se extreman las precauciones para favorecer la recuperación y evitar nuevos retrocesos.
Para reducir riesgos se solicita evitar el ingreso a zonas de descanso y cría, no circular con cuatriciclos por la playa, y mantener a los perros bajo control lejos de los apostaderos. La consigna es sencilla: observar desde la distancia y no interferir en el hábitat costero.
La presencia directa de personas suele generar estrés en los animales y puede provocar movimientos bruscos que afecten a hembras y crías. Por ello, se refuerzan tareas de educación ambiental en los accesos y se promueven recorridos responsables, especialmente en fines de semana y momentos de mayor afluencia.
Trabajo conjunto y zonas críticas en la costa
El operativo integra a ONG, municipios, organismos provinciales y clubes de pesca para un abordaje coordinado. Participaron, entre otros, Julieta Campagna (WSC), Laura Guindín y Juan Coustet (Sin Azul No Hay Verde), Alexis Oficialdegui (Club de Pesca y Náutico Rawson), Daniel Hughes y Sebastián Pérez Astuti (Club de Pesca y Náutico Trelew), junto a técnicos de fauna del Ministerio de Ambiente.
La labor en terreno se concentra en Bahía Cracker, La Escondida, El Sombrerito y Bahía Bustamante, habituales para la pesca deportiva y el turismo. En estos enclaves se implementan señalización y acciones de prevención para disminuir perturbaciones sobre los mamíferos y su entorno natural.
Desde el Ministerio Público Fiscal se subraya que interferir con las colonias es penado por la ley y se solicita a la ciudadanía denunciar cualquier incidente. La denuncia temprana permite actuar con rapidez y preservar un equilibrio ecológico clave para la biodiversidad costera de Chubut.
Como marco institucional, la Unidad Fiscal Especializada en Ambiente y Delitos contra Animales (UFE AyDA) fue creada el 10 de diciembre de 2024 y comenzó a funcionar el 1 de marzo de 2025, bajo la dirección de la fiscal María Florencia Gómez. Este enfoque especializado permite atender con mayor eficacia los hechos que afectan al entorno natural y a las especies no humanas.
El esfuerzo coordinado busca que residentes y visitantes conozcan las buenas prácticas de convivencia con la fauna marina, reforzando la idea de que la salud del ecosistema no solo salvaguarda a los elefantes marinos, sino también las actividades que dependen de un litoral sano.
En un contexto de presión creciente sobre la costa, la colaboración entre Fiscalía, ONG y comunidad marca el rumbo: priorizar la tranquilidad de las colonias, evitar el contacto directo y denunciar cualquier acción que las ponga en riesgo para que la población de elefantes marinos pueda recuperarse con el paso de las temporadas.