La tradición de los Caballos del Vino en Caravaca de la Cruz: historia, cultura y protagonismo femenino

Última actualización: 21 junio 2025
  • Caravaca de la Cruz celebra cada año la tradicional carrera de los Caballos del Vino, declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
  • La festividad reúne elementos religiosos, historia, cultura popular y artesanía, atrayendo a miles de visitantes.
  • En 2025, se formó por primera vez un grupo compuesto íntegramente por mujeres caballistas, marcando un hito en la tradición local.

caballos del vino en Caravaca de la Cruz

Cada primavera, la ciudad de Caravaca de la Cruz, en la Región de Murcia, se transforma para acoger una de sus celebraciones más esperadas y reconocidas a nivel internacional: la festividad de los Caballos del Vino. Esta costumbre, que se celebra entre el 1 y el 5 de mayo, es conocida tanto por su ambiente festivo como por su profundo arraigo en la comunidad, y representa una de las manifestaciones culturales y religiosas más importantes del sureste español.

Durante varios días, miles de personas se reúnen en este enclave histórico para vivir intensamente las fiestas, donde la tradición y la emoción se mezclan entre procesiones, desfiles, fuegos artificiales y, sobre todo, la espectacular carrera de los Caballos del Vino. Esta cita, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO, ha logrado atraer el interés de visitantes de dentro y fuera de España, consolidándose como un referente turístico y cultural.

Orígenes y significado de la tradición

La celebración tiene sus raíces en la Edad Media y mezcla elementos de leyenda y devoción popular. Según la tradición más extendida, los Caballos del Vino rememoran un episodio en el que unos caballistas atravesaron el recinto amurallado para abastecer de vino a sus habitantes en un momento crítico. El vino, símbolo de vida y protección espiritual, se transportaba a lomos de los caballos, consolidando así su papel protagonista en la festividad.

Con el paso de los siglos, la costumbre evolucionó hasta la forma actual: una carrera contrarreloj en la que los caballos, vestidos con vistosos y laboriosos bordados artesanales, suben la cuesta del castillo de Caravaca guiados por cuatro mozos. Este despliegue de fuerza y rapidez, acompañado por la emoción y los aplausos del público, es uno de los momentos más emblemáticos de las fiestas de mayo.

El protagonismo de las mujeres caballistas en 2025

caballistas mujeres en la tradición de los caballos del vino

Un hecho destacado en la edición de 2025 fue la presencia por primera vez de un grupo íntegramente femenino de caballistas. Hasta hace poco, la participación de las mujeres en esta carrera era excepcional y solía darse únicamente de manera individualizada y en grupos mixtos.

María Caparrós, fotógrafa y vecina de Caravaca, explicó la importancia que supuso ver por primera vez a mujeres formando parte de la carrera como un grupo propio. Para muchas personas de la localidad, este avance supuso romper con antiguos moldes y abrió la puerta a que la tradición de los Caballos del Vino sea cada vez más inclusiva y representativa de toda la sociedad.

Un evento con riqueza patrimonial y cultural

La carrera es sólo uno de los muchos elementos que conforman la celebración. Durante estos días, Caravaca se llena de color, música y ambiente festivo, con desfiles de moros y cristianos, romerías, ofrendas florales y actividades culturales que reflejan el profundo sentido de comunidad y el orgullo por mantener vivas sus tradiciones.

Especial atención merecen los trajes y el enjaezado de los caballos, auténticas obras de arte realizadas a mano por bordadores locales, que se exhiben y compiten por la admiración de vecinos y visitantes. El arte y la historia local se unen en cada detalle, mostrando el cuidado y la dedicación que la ciudad deposita en su patrimonio inmaterial.

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Caravaca de la Cruz: destino de fe, cultura y naturaleza

Caravaca de la Cruz no se limita únicamente a sus fiestas populares. Como quinta Ciudad Santa del cristianismo, junto a Roma o Jerusalén, acoge cada año a peregrinos y turistas atraídos por su patrimonio monumental, que incluye la Basílica-Santuario de la Vera Cruz y museos dedicados tanto a la historia de la reliquia como a las propias fiestas.

La ciudad ofrece además rutas de senderismo y enclaves naturales como las Fuentes del Marqués, ideales para disfrutar de paisajes únicos que combinan historia y naturaleza. Así, la experiencia de quienes visitan Caravaca durante los Caballos del Vino es doblemente enriquecedora, al unir la efervescencia de la fiesta con el descubrimiento de un entorno singular.

La presencia femenina en el mundo de los caballistas y el reconocimiento internacional de la festividad reflejan la vitalidad de la tradición y marcan un camino hacia la igualdad y apertura en las celebraciones de Caravaca. Esta evolución, fruto del compromiso colectivo y del amor por lo propio, asegura que los Caballos del Vino sigan siendo, año tras año, motivo de encuentro, celebración y orgullo para toda la ciudad.