- Vietnam y Alemania intensifican las estrategias de vacunación y bioseguridad contra la peste porcina africana.
- La tasa de vacunación sigue siendo baja por falta de información y costes, pero la eficacia de las vacunas es alta.
- Los recientes brotes en Alemania confirman la expansión del virus en Europa, generando nuevas restricciones y medidas de prevención.
- La colaboración internacional y la comunicación clara son clave para mejorar la confianza en las vacunas y frenar la enfermedad.
La peste porcina africana (PPA) continúa siendo una de las mayores amenazas para la industria porcina a nivel global, afectando tanto la producción como la economía de numerosos países. A pesar de los esfuerzos de prevención, los brotes recurrentes en distintas zonas del mundo obligan a los gobiernos y al sector privado a intensificar su respuesta mediante estrategias de vacunación y bioseguridad cada vez más estrictas.
En los últimos años, se han registrado importantes avances en el desarrollo de vacunas contra la PPA y en la implementación de planes de prevención tanto en Asia como en Europa. Sin embargo, persisten desafíos relacionados con la baja tasa de vacunación, la desconfianza de los productores y la constante aparición de nuevos focos de infección que exigen medidas inmediatas y coordinadas.
Vietnam: logros y obstáculos en la lucha contra la peste porcina africana

En Vietnam, tras la epidemia que impactó sobre todo a granjas de menor tamaño donde la bioseguridad era insuficiente, se han conseguido resultados positivos gracias a la introducción progresiva de la vacunación y campañas de comunicación. Según la administración veterinaria del país, desde que la vacuna obtuvo la aprobación oficial para su uso en mayo de 2022, el trabajo de inmunización ha ido extendiéndose gradualmente.
Actualmente, cerca de 35.000 explotaciones en 45 provincias han inmunizado a sus animales, demostrando una cobertura relevante a nivel territorial. Las estadísticas recientes indican que en los primeros seis meses de 2025 se identificaron 251 focos en 35 provincias, lo que supone una caída del 61,79% respecto a igual periodo del año anterior, y una reducción del 81,27% en el número de animales sacrificados. La rapidez en la detección y el control han sido fundamentales para frenar la expansión de la infección.
La vacuna vietnamita, desarrollada y producida localmente, proporciona una protección de entre el 97 y el 99%, superando ampliamente el umbral de eficacia exigido. Sin embargo, la tasa de inmunización sigue siendo baja en comparación con la población total de cerdos, y la mayoría de los brotes recientes se siguen produciendo en animales no vacunados, evidenciando la necesidad de seguir promoviendo la vacunación.
Entre las causas de esta baja cobertura, las autoridades identifican principalmente el desconocimiento de los ganaderos sobre la gravedad de la enfermedad y el potencial beneficio de la inmunización, además del coste de cada dosis (alrededor de 60.000 VND), que representa una carga para muchos pequeños productores. Es fundamental difundir información transparente sobre la eficacia y seguridad de la vacuna y promover políticas de apoyo económico para los pequeños agricultores.
El Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente subraya que aumentar la confianza entre los productores requiere intensificar la comunicación y ofrecer acompañamiento técnico constante. La participación de veterinarios capacitados, la trazabilidad mediante códigos QR y la lucha contra las falsificaciones de vacunas son piezas clave en la estrategia nacional.
Brotes recientes en Alemania: expansión y respuesta inmediata

Mientras en Asia se avanza hacia el control, Europa continúa enfrentando incidentes preocupantes. El pasado 14 de junio, el Instituto Friedrich Loeffler (FLI) confirmó el primer caso de peste porcina africana en jabalíes en el estado alemán de Renania del Norte-Westfalia, cerca del distrito de Olpe. Tras el hallazgo inicial, las autoridades encontraron más cadáveres de jabalíes con sospecha de infección y actualmente investigan la posible relación con anteriores brotes en otras regiones del país.
Las autoridades locales han puesto en marcha medidas de control estrictas, como la búsqueda intensiva de cadáveres, el establecimiento de zonas de restricción, la coordinación entre agencias federales y estatales, y la implicación de equipos humanos-caninos para frenar la expansión. Además, se está instando a los criadores a revisar y fortalecer sus protocolos de bioseguridad, y se han impuesto nuevas restricciones para la caza y el tránsito de animales en las áreas afectadas.
La cercanía del brote a las fronteras con Países Bajos y Bélgica genera preocupación por la posible dispersión transfronteriza del virus, lo que subraya la importancia de la colaboración internacional para evitar su propagación a otras regiones de Europa.
Expertos insisten en que sólo mediante una vigilancia constante y cooperación entre sectores será posible contener de forma efectiva la enfermedad en la fauna silvestre y prevenir su salto a las explotaciones domésticas.
Medidas y recomendaciones para el futuro
El éxito en la reducción de brotes y el descenso de animales sacrificados en Vietnam demuestra que la combinación de vacunación, bioseguridad y comunicación es fundamental en la lucha contra la PPA. Sin embargo, la experiencia alemana indica que la enfermedad puede saltar rápidamente a nuevas regiones si las medidas de vigilancia y contención no se mantienen al más alto nivel.
Para afrontar la peste porcina africana, se proponen varias líneas de actuación:
- Extender la vacunación en todas las zonas de riesgo, priorizando las explotaciones más vulnerables.
- Reforzar la bioseguridad en todos los niveles, incluyendo desinfección, control de accesos y manejo adecuado de residuos.
- Capacitación continua para ganaderos y veterinarios en protocolos de vacunación y manejo sanitario.
- Promover una comunicación clara y transparente sobre la eficacia de las vacunas, los riesgos y los casos de éxito.
- Fortalecer la colaboración internacional para intercambio de información y estrategias de contención transfronteriza.
También es importante mantener la trazabilidad y luchar contra las vacunas falsificadas, así como que las empresas productoras participen activamente en el acompañamiento técnico y en el reporte de incidencias tras la vacunación.
Los avances científicos y las políticas públicas han logrado reducir considerablemente el impacto de la enfermedad en países como Vietnam. Sin embargo, el riesgo de nuevos brotes persiste, especialmente si la cobertura vacunal es insuficiente o si la vigilancia decae. La reciente aparición en Alemania confirma la importancia de mantener la protección, fortalecer la bioseguridad y promover la confianza de los productores en las herramientas de prevención. Solo mediante un esfuerzo conjunto y sostenido será posible proteger la industria porcina y garantizar la seguridad alimentaria en el futuro.
