- Lanzamiento de una patrulla especializada para prevenir incidentes con cocodrilos en playas y esteros de Puerto Vallarta.
- Cinco líneas de acción: zonificación y señalética, reubicación con marcado, monitoreo nocturno y telemetría, y nuevos centros de resguardo.
- Zonas de atención prioritaria cerca de bocas de ríos como el Río Ameca y los esteros Boca Negra y El Salado.
- Operativo coordinado por Semadet, Ayuntamiento y UdeG, con inicio previsto en noviembre.

El Gobierno de Jalisco y el Ayuntamiento de Puerto Vallarta ultiman la puesta en marcha de una unidad especializada para atender los crecientes avistamientos de cocodrilos en la bahía, con rondas de supervisión y respuesta en zonas turísticas. La llamada Patrulla Cocodrilo realizará rondines por mar y tierra para identificar ejemplares y gestionar avisos oportunos a residentes y visitantes.
El plan busca minimizar riesgos para las personas sin descuidar el bienestar de la fauna silvestre mediante protocolos de manejo responsables. La iniciativa forma parte de la estrategia de convivencia responsable humano-cocodrilo y tiene previsto iniciar operaciones en noviembre, tras las gestiones presupuestarias en curso.
Qué es y cómo funcionará la Patrulla Cocodrilo
Se trata de un equipo conformado por personal capacitado en el manejo de reptiles y en atención a reportes ciudadanos. Su radio de acción abarcará zonas de playa, esteros y áreas urbanas cercanas, donde patrullará, verificará presencias y emitirá alertas preventivas cuando sea necesario.
Además de responder a avisos, la unidad dará seguimiento a los individuos que aparezcan en la franja costera, trabajando de forma coordinada con la Unidad Municipal de Protección Civil. Según detalló Daniel Graf Pérez, director general de Recursos Naturales de la Semadet, el enfoque es operativo y técnico, con personal especialmente entrenado para estas intervenciones.
Entre sus tareas inmediatas, la patrulla apoyará la definición de zonas seguras para el baño y el ocio en la costa, así como la instalación de señalética preventiva en puntos con mayor probabilidad de encuentro entre personas y cocodrilos.
Cinco medidas para reducir el riesgo y cuidar la especie
El dispositivo se integra en un paquete de cinco líneas de acción. La primera pasa por la zonificación de espacios donde suelen producirse encuentros, acompañada de señalización para informar y orientar a la ciudadanía y a quienes visitan el destino.
Como segunda medida, los ejemplares que supongan peligro para la población serán reubicados a ríos y esteros cercanos. En caso de reincidencia o comportamientos riesgosos, se procederá a su marcado e identificación para valorar un traslado permanente a otros esteros o a sitios de resguardo.
La tercera línea contempla un monitoreo nocturno continuo de la bahía mediante detección visual, con el fin de estimar cuántos cocodrilos hay y cómo se mueven. Estos datos servirán de base para decisiones de manejo fundamentadas en evidencia.
Como cuarta acción, se implementará la telemetría satelital en ejemplares clave. Estos dispositivos permitirán conocer localización y desplazamientos en tiempo real, reforzando la toma de decisiones y las labores preventivas.
La quinta medida prevé habilitar nuevos centros de resguardo para animales reincidentes, heridos o enfermos, que también operarán como espacios de educación ambiental y apoyo a la conservación.
Dónde se han visto y por qué están apareciendo
Los recientes avistamientos se han concentrado en playas próximas a bocas de río y esteros, con reportes frecuentes en el entorno del Río Ameca, el estero Boca Negra y el estero El Salado. Se trata de áreas donde el tránsito de estos reptiles resulta más probable.
Las autoridades atribuyen el incremento de presencias a la pérdida de hábitat por la urbanización y a la temporada de lluvias, que facilita el desplazamiento de los cocodrilos a través de cauces y cuerpos de agua conectados con la costa.
Coordinación institucional y participación ciudadana
El operativo se impulsa desde la Semadet y el Ayuntamiento de Puerto Vallarta, con apoyo de la Unidad Municipal de Protección Civil, y el respaldo técnico del Centro Universitario de la Costa (UdeG) y del Parque Estatal Estero El Salado. Este trabajo conjunto apunta a reforzar la seguridad sin comprometer la biodiversidad local.
El alcalde, Luis Ernesto Munguía González, subrayó que la prioridad es proteger a la población y a quienes visitan el destino, promoviendo a la vez la conservación de la especie. Enfatizó la necesidad de una responsabilidad compartida entre autoridades y ciudadanía para que las medidas funcionen.
En esa línea, se impulsa la participación social en actividades de educación ambiental y respeto a la fauna, así como la atención a la nueva señalética y a los avisos oficiales para evitar conductas de riesgo tanto para las personas como para los cocodrilos.
Con el arranque previsto para noviembre, la Patrulla Cocodrilo y sus cinco ejes de actuación sientan las bases de una gestión integral: vigilancia en tierra y mar, reubicaciones seguras, seguimiento científico y nuevos espacios de resguardo, con el objetivo de equilibrar la seguridad pública y la conservación del cocodrilo en uno de los destinos turísticos más relevantes del Pacífico mexicano.
