Detrás de la sonrisa: cosas malas que hacen los delfines

Detrás de la sonrisa: cosas malas que hacen los delfines Los delfines son, sin duda, unas de las criaturas más queridas y admiradas del reino animal. Nos cautivan con su inteligencia, su gracia y esa sonrisa perpetua que sugiere una inmutable actitud lúdica. Sin embargo, hay un lado más oscuro y complejo en el comportamiento de los delfines que pocos llegan a conocer. Al igual que todas las criaturas vivientes, no están exentos de comportamientos sobresalientes, algunos de los cuales pueden resultar desagradables o alarmantes desde una perspectiva humana.

Agresión delfin

Contrariamente a la creencia popular, los delfines pueden ser extremadamente agresivos, tanto entre ellos como con otras especies. Se sabe que se atacan y mutilan incluso hasta la muerte. Los episodios de violencia pueden ser el resultado de conflictos por la comida, el apareamiento o simplemente por mantener el orden jerárquico en el grupo. Los machos pueden trabajar en equipos para aislar y acosar a las hembras. Esta agresión intraespecífica es una parte integral de la sociedad de los delfines, a pesar de su percepción como criaturas pacíficas.

Canibalismo

Aunque es un fenómeno raramente observado, no se puede ignorar que los delfines a veces recurren al canibalismo. La mayoría de estos incidentes parecen ser resultado de la agresión o la competencia antes que de la necesidad de comida. Sin embargo, estas acciones pueden ser impactantes, ya que los delfines parecen ser criaturas increíblemente sociables y amigables.

Ataques a otros animales y personas

Mientras que los delfines son bien conocidos por su comportamiento juguetón y amigable con los humanos, también existen informes de ataques no provocados a los humanos. En algunas situaciones, los delfines han arrastrado a las personas bajo el agua, ha habido mordeduras severas y otros comportamientos peligrosos. No en todas las situaciones, los delfines son los adorables salvadores de humanos que vemos en las películas y documentales.

Competencia violenta

En la sociedad de los delfines, el apareamiento no es un asunto tranquilo. A menudo, un grupo de delfines machos aislará a una hembra y competirá por sus favores, lo que puede resultar en comportamientos muy agresivos. Adicionalmente, los delfines machos a veces incluso toman la custodia de las hembras durante períodos prolongados, realizando prácticas cercanas al secuestro, para asegurarse de que serán los únicos capaces de reproducirse con ellas.

Problemas con la pesca

Los delfines a veces se consideran una plaga para los pescadores, ya que pueden coger fácilmente los peces atrapados en las redes y destruir las capturas de los pescadores. También se sabe que siguen a los barcos de pesca, esperando robar la pesca que se cae al mar. Si bien este comportamiento plantea problemas para los pescadores, también pone en peligro la vida de los delfines, ya que pueden quedar atrapados en las redes pesqueras y morir asfixiados.

Las prácticas citadas anteriormente subrayan que el comportamiento de los delfines no siempre es juguetón y benigno. Si bien estos animales son fascinantes y han cautivado nuestra imaginación con su aparente sonrisa, inteligencia y habilidades sociales, existe un lado de los delfines que es agresivo, a veces violento y en algunos casos, incluso amoral desde una perspectiva humana. Sin embargo, estos comportamientos son parte de su supervivencia y forma de vida en la naturaleza salvaje, recordándonos que los delfines son, después de todo, animales silvestres.

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