- Un equipo internacional ha identificado una nueva especie de dinosaurio, Enigmacursor mollyborthwickae, de tamaño similar a un perro.
- El hallazgo se realizó en la Formación Morrison, Colorado, y el esqueleto se exhibe en el Museo de Historia Natural de Londres.
- El descubrimiento aporta información sobre la diversidad de pequeños dinosaurios y su papel en los ecosistemas jurásicos.
- El espécimen muestra características únicas que lo diferencian de otras especies, lo que revaloriza la importancia de los dinosaurios de menor tamaño.
Una nueva especie de dinosaurio del tamaño de un perro sorprende a la paleontología
En pleno siglo XXI, el conocimiento sobre la prehistoria sigue ampliándose gracias a nuevos hallazgos científicos. Uno de los más recientes ha captado la atención de la comunidad paleontológica y del público general: la identificación de una nueva especie de dinosaurio de dimensiones similares a las de un perro. Este descubrimiento renueva el interés en los pequeños dinosaurios, habitualmente eclipsados por sus imponentes parientes de mayor tamaño.
El nuevo dinosaurio, denominado Enigmacursor mollyborthwickae, fue hallado en lo que hoy es el oeste de Estados Unidos, concretamente en la conocida Formación Morrison, Colorado. El impacto de este hallazgo va más allá del simple registro de una especie inédita, ya que ayuda a reconstruir cómo era la fauna que habitaba la zona hace aproximadamente 150 millones de años, durante el periodo Jurásico.
Características del Enigmacursor mollyborthwickae
Según los expertos, se trata de un dinosaurio herbívoro que, por sus dimensiones, podría confundirse con un actual labrador retriever. Su longitud ronda los 180 cm y alcanzaba una altura aproximada de 64 cm, aunque la cola suponía la mitad del tamaño total del animal. Los paleontólogos destacan que era de constitución ligera y ágil, lo que le habría permitido desplazarse rápidamente sobre sus largas patas traseras, probablemente para esquivar depredadores en un entorno de gigantes como el estegosaurio o el diplodocus.
El nombre de la especie homenajea a Molly Borthwick, la persona cuya donación facilitó que el esqueleto llegara al Museo de Historia Natural de Londres, donde ya se puede visitar desde el 26 de junio. El género Enigmacursor, por su parte, significa literalmente “corredor misterioso”, un apodo apropiado para este animal poco frecuente en los registros fósiles.
Un hallazgo excepcional en el registro fósil
El hallazgo de un esqueleto casi completo en vez de fragmentos sueltos resulta realmente excepcional entre los pequeños dinosaurios. Estos animales, al ser más delicados que los grandes saurópodos o carnívoros, raramente quedan tan bien conservados. En este caso, los restos incluyen buena parte del cuerpo, aunque faltan el cráneo y secciones de la columna, lo que mantiene cierto misterio en torno a la longitud exacta del ejemplar.
Los análisis anatómicos han revelado rasgos distintivos en el fémur y en la estructura muscular de las extremidades, lo que ha permitido a los investigadores clasificarlo como una especie separada de las previamente conocidas, descartando que se tratase de un Nanosaurus como se pensó originalmente. Incluso, comparando su morfología, se le ha encontrado un parentesco con ciertos dinosaurios hallados en China, lo que sugiere una distribución más amplia del grupo.
Importancia científica y exposición pública
Lo más destacado de este descubrimiento es su contribución a comprender la diversidad de pequeños dinosaurios herbívoros en ecosistemas donde tradicionalmente se han buscado especies más espectaculares. Los expertos subrayan que muchos de los dinosaurios de menor tamaño han sido ignorados durante décadas, ya sea porque sus huesos son más frágiles o porque los coleccionistas dan prioridad a fósiles más grandes y llamativos.
El esqueleto ahora forma parte del catálogo del Museo de Historia Natural de Londres, convirtiéndose en la primera especie nueva de dinosaurio que se añade a sus exposiciones de manera permanente desde hace más de una década. Este hecho pone de manifiesto la relevancia tanto del individuo hallado como del trabajo de colaboración entre instituciones y donantes.
Lo que aporta Enigmacursor a la paleontología actual
El descubrimiento de Enigmacursor mollyborthwickae permite revalorizar la importancia de los pequeños dinosaurios en el equilibrio de los ecosistemas jurásicos. A través del estudio pormenorizado de su esqueleto, los científicos han podido obtener una imagen más completa de cómo era la vida en el Oeste de Norteamérica hace 150 millones de años, y cómo estos animales contribuyeron a la diversidad biológica junto a colosos como el diplodocus.
Además, abre la puerta a la revisión de muchos otros fósiles previamente atribuidos a especies poco conocidas, como Nanosaurus, y podría ayudar a descubrir nuevas especies que hasta ahora han pasado desapercibidas. La profesora Susannah Maidment, una de las responsables del estudio, destaca que hallazgos como este muestran que todavía quedan muchas incógnitas por resolver acerca de los habitantes del Jurásico.
Descubrir un espécimen tan completo y bien conservado permite no solo hacer conjeturas sobre su locomoción o alimentación, sino también entender su desarrollo: los análisis apuntan a que el animal no llegó a completar su crecimiento, ya que le faltaba la fusión de varias vértebras propias de animales adultos.
Este nuevo capítulo en la historia de los dinosaurios refuerza la idea de que, incluso en zonas tan estudiadas como la Formación Morrison, la ciencia aún puede encontrar sorpresas entre los estratos rocosos y los huesos fosilizados. Identificar pequeños dinosaurios, muchas veces olvidados entre montañas de fragmentos, resulta esencial para reconstruir los ecosistemas del pasado con mayor fidelidad y comprender la evolución de estas especies a lo largo de millones de años.
