El Plateosaurus es un género de dinosaurios pertenecientes a la suborden sauropodomorfos, de la infraorden prosaurópodo, de la familia de los plateosauridae. Vivió hace entre 214 y 204 millones de años en lo que hoy es Europa Central, Europa del Norte y Groenlandia. Fue un dinosaurio bípedo (aunque también podía caminar sobre las 4 patas) herbívoro con un cuello largo con una presencia predominante en lo que hoy es la región de Suabia, Alemania. De hecho, en el museo de dinosaurios de Stuttgart, el Stuttgart State Museum of Natural History, el Plateosaurus tiene mucha presencia, incluso antes de entrar al propio museo.
Algo que destacaba en este dinosaurio fue el diferente desarrollo que tenía al largo de su vida entre los diferentes ejemplares de su especie. Se han encontrado en la edad adulta diferencias de hasta el doble de tamaño, y pesos que incluso variaban entre el más pequeño y grande en más de 6 veces la diferencia de peso. Aunque se dispone de muchísimo material sobre él, ha sido durante muchísimo tiempo uno de los dinosaurios que menos se comprendían. Tanto a nivel de biología, comportamiento y posturas que pudo adoptar. Pero para saber más acerca del Plateosaurus y las conclusiones que de él se saben actualmente, sigue leyendo el artículo.
Anatomía del Plateosaurus
Este antiguo herbívoro tenía la posición típica bípeda de un dinosaurio que se alimentaba de vegetales, por eso mismo está dentro del grupo de lo prosaurópodos. Su cráneo era pequeño, y su cuello formado por 10 vértebras era largo y flexible. Su cuerpo era robusto, bien musculizado y tenía una larga cola formada por 40 vértebras caudales. Sus brazos (o miembros delanteros) eran más bien cortos a comparación de otros prosaurópodos, y disponía de unas manos en ellos que estaban adaptas para coger objetos. Sus miembros posteriores estaban bajo su cuerpo, con las rodillas levemente flexionadas y eran mucho más largos que sus miembros delanteros. Además, caminaba sobre los dedos de sus pies, lo que significa que era digitígrado.
Se especula que el Plateosaurus podía correr a gran velocidad, tal como se observa por su metatarso. Podría haberse desplazado usando rápidas frecuencias de zancadas. Su cola es muy típica de otros dinosaurios, larga, ágil y bien musculada que podría haber usado como punto de apoyo.
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Como hemos comentado anteriormente, la evolución y desarrollo del Plateosaurus al largo de su vida variaba entre los propios miembros de la especie. Así pues se han encontrado restos de Plateosaurus adultos con tamaños que varían entre los 4’8 a 10 metros de longitud, con pesos que podían variar entre los 600 a 4.000 kilogramos. Algo completamente inusual ya que lo normal es que en fase adulta presenten una cierta uniformidad. Y no es algo debido a diferentes especies, ya que sólo se han encontrado a dos, el P. Engelhardti y el P. Gracilis.
Cráneo
El cráneo del Plateosaurus era pequeño, estrecho y alargado (unas tres veces más largo que ancho). Sus mandíbulas albergaban pequeños dientes en forma de hoja, de 5 a 6 en el premaxilar, 24 a 30 en el maxilar, y de 21 a 28 en el dentario. Las gruesas coronas romas junto con los dientes aserrados le ayudaban a poder triturar la comida. Además, tenía la posición de la mandíbula baja, lo que junto con los músculos le ayudaban a un efecto palanca que le dotaban de una poderosa mordida. Todo esto parece indicar que se alimentaba principalmente de plantas.
Sus ojos apuntaban hacia los lados y no hacia el frente, lo que le proveía de una buena visión periférica que le habría ayudado a detectar potenciales depredadores. También se han encontrado entre algunos esqueletos encontrados, restos fósiles de huesos escleróticos que le habrían protegido los ojos.
Postura y Comportamiento del Plateosaurus
Se han propuesto mil y una forma de posturas que el Plateosaurus podría haber adoptado. Antes del 1980, dependiendo de qué experto y paleontólogo opinaba, optaba por diferentes formas en las que el Plateosaurus podría haber adoptado ciertas posturas. Estas podían ser desde una posición de bípedo digitígrado, a caminar a 4 patas, e incluso se llegó a comentar si tal vez tuviera una postura parecida a la de un canguro. Pasado el año 1980 las investigaciones y adaptaciones más ajustadas mostraban que un desplazamiento «bípedo-cuadrúpedo» no era descabellado. Podía tener ambas.
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No fue hasta 2007 gracias a Bonnan y Senter en las que se descartó definitivamente que fuera cuadrúpedo. Esta conclusión fue gracias al descubrimiento de que los brazos del Plateosaurus no tienen la capacidad de pronación. La pronación es la capacidad de poder girar los brazos tal y como hacen las personas. De hecho, en algunas reconstrucciones de los esqueletos del Plateosaurus sólo se lograba la pronación si se intercambiaba la posición del cúbito y el radio. Este hecho, junto con la diferencia del tamaño de sus miembros delanteros con los posteriores, que el rango de movimiento de los brazos sea limitado, y que su centro de gravedad está claramente sobre sus miembros traseros, hacen confirmar que se trataba de un animal completamente bípedo.
Un crecimiento y desarrollo final distinta
El Plateosaurus, en consonancia a todos los dinosaurios no avianos que se han estudiado, crecía con un patrón de crecimiento diferente. Seguramente factores genéticos y/o ambientales podrían contribuir a que el crecimiento fuera a ritmos diferentes. Sin embargo, llegado a un determinado tamaño el crecimiento de los demás ejemplares parecía detenerse, hasta tener un tamaño semejante entre los diferentes miembros, algo que no sucede en el Plateosaurus. Cuando llegaba a la edad adulta, se han encontrado tamaños máximos desde los 4’80 metros de largada hasta 10 metros. Del mismo modo el peso entre los miembros que no crecían mucho más podían pesar alrededor de los 600 kilogramos, hasta los ejemplares más grandes que hubieran llegado a las 4 toneladas.
La microestructura ósea indica un rápido crecimiento al igual que los saurópodos y los antiguos mamíferos, lo cuál indica que era un animal endotérmico. Esto hace constatar que Plateosaurus representa una de las etapas iniciales en el desarrollo de la endotermia.
Otra particularidad en su crecimiento y edad se encontró gracias a la histología de los huesos largos para determinar la edad del Plateosaurus. Muchos de los miembros encontrados estarían entre los 12 a 20 años de edad, pero se ha llegado a encontrar un miembro que habría alcanzado los 27 años. Del mismo modo, ese crecimiento asimétrico entre ellos mismos, revela que algunos detenían su crecimiento a los 12 años, otros a los 20 años aún crecían lentamente, e incluso algunos que en los 18 años aún crecía de manera rápida.
Es posible que Plateosaurus hubiera podido vivir más años, pues muchos de los restos fósiles encontrados indican muertes debidas a accidentes y no por vejez.