- ‘Jurassic World: El Renacer’ se estrena en España el 2 de julio con Scarlett Johansson y Jonathan Bailey liderando el reparto.
- La peligrosidad de los nuevos dinosaurios, entre los que destacan especies mutantes y colosales como el Titanosaurio y el D-Rex, eleva el suspense y la acción.
- La película regresa a los orígenes de la saga, con dirección de Gareth Edwards y guion del veterano David Koepp, recuperando la esencia de Spielberg y Michael Crichton.
- El ADN de las criaturas más grandes es clave para un medicamento con potencial milagroso, desencadenando la trama en la isla originaria del Parque Jurásico.

La saga jurásica vuelve a rugir fuerte con ‘Jurassic World: El Renacer’, una cinta que marca el inicio de una nueva era en la franquicia. Tras el desenlace de la anterior trilogía, el nuevo filme dirigido por Gareth Edwards propone una aventura que combina acción, suspense y guiños nostálgicos a los seguidores de ‘Parque Jurásico’. Se nota que el equipo creativo ha querido recuperar la atmósfera original, pero añadiendo un toque más oscuro y desafiante tanto para los personajes como para el espectador.
La expectación no deja de crecer a medida que se acerca el estreno, programado para el 2 de julio en los cines españoles. El regreso al universo jurásico viene acompañado de nuevas criaturas de dimensiones colosales y mutantes que prometen dejar boquiabiertos incluso a los fans veteranos de la saga. La producción ha logrado reunir a un reparto liderado por Scarlett Johansson, Jonathan Bailey y Mahershala Ali, rostros conocidos que se sumergen en una historia coral marcada por la supervivencia y la ciencia desbordante.
Una trama en busca del renacimiento jurásico

La película retoma la acción cinco años después de los eventos de ‘Jurassic World: Dominion’. El planeta se ha vuelto hostil para los dinosaurios, que sobreviven en lugares aislados donde el clima recuerda al de su era original. Es en ese entorno donde surgen las tres criaturas más formidables de la saga, cuyo ADN alberga la clave para desarrollar un fármaco revolucionario capaz de transformar la vida humana.
El argumento sigue a Zora Bennett (interpretada por Scarlett Johansson), una experta en operaciones encubiertas que lidera a un grupo de especialistas en una misión secreta. Su objetivo es recuperar material genético en la isla que albergó el antiguo centro de investigación de InGen, un enclave plagado de dinosaurios letales y nuevas amenazas. La expedición se convierte en una carrera contra el tiempo en medio de un entorno peligroso, donde cualquier paso en falso puede tener consecuencias fatales.
La isla guarda secretos oscuros, y el inesperado encuentro con una familia náufraga lleva al grupo protagonista hasta un laboratorio olvidado donde los experimentos genéticos han dado lugar a especies mutantes. Entre ellas, destaca el imponente D-Rex, una abominación que agita el miedo y la compasión, y que supone una vuelta de tuerca terrorífica para los seguidores más habituales de la franquicia.
La tensión se incrementa con la aparición de nuevas especies, entre ellas el Titanosaurio, el dinosaurio más grande que ha pisado la saga hasta la fecha, y el Mosasaurio, que en esta entrega supera en tamaño y ferocidad a sus predecesores. La acción se desarrolla por tierra, mar y aire, atrapando a los personajes en enfrentamientos espectaculares y paisajes exóticos que evocan los recuerdos de las entregas originales.
Vínculo con los orígenes y homenaje a Spielberg
David Koepp, guionista de las dos primeras ‘Parque Jurásico’, toma de nuevo las riendas del libreto, reforzando el regreso a los ingredientes clásicos que convirtieron la saga en un fenómeno mundial. Esta nueva película incorpora guiños y referencias a la trilogía original, incluido el tono aventurero y ese punto de suspense que Steven Spielberg supo imprimir en los años noventa.
Desde la dirección de Gareth Edwards, la narrativa apuesta por ofrecer una atmósfera intensa y a ratos terrorífica, de modo que, como reconoce Scarlett Johansson, el espectador siente que está “en peligro constante”. El uso de efectos visuales combina la última tecnología digital con el rodaje en entornos reales, asegurando escenas de acción que impresionan tanto por su escala como por el realismo de las criaturas prehistóricas.
El reparto, además de la mencionada Johansson, cuenta con nombres como Rupert Friend, Ed Skrein, Manuel García-Rulfo, Mahershala Ali y Luna Blaise. Destaca especialmente Jonathan Bailey, a quien muchos críticos ya señalan como una de las sorpresas del filme por su capacidad para reunir carisma, emoción y un gran despliegue en pantalla.
Nuevas criaturas y apuestas arriesgadas
En cuanto a los dinosaurios, la película introduce especies inéditas. El D-Rex, definido por los responsables de efectos especiales como una fusión perturbadora entre un Tyrannosaurus y criaturas propias del terror cósmico, representa el cénit de los experimentos genéticos que siempre han estado presentes en la saga. Este dinosaurio mutante no solo impresiona por su físico, sino que añade una dimensión trágica al relato, siendo presentado como un error biotecnológico que jamás debería haber existido.
El Titanosaurio bate los récords de tamaño dentro del universo Jurassic. Con más de 15 metros de altura y 20 de largo, además de pesar cerca de 14 toneladas, su mera presencia en pantalla eclipsa a otros gigantes como el Brachiosaurio o el Dreadnoughtus de entregas anteriores. El Mosasaurio, por su parte, vuelve a la acción con dimensiones nunca vistas, superando los 30 metros y aportando momentos de máxima tensión tanto bajo el agua como en la superficie.
Entre las novedades destacan también los Mutadons, criaturas aladas nacidas de la combinación genética de pterosaurios y raptores, que recuperan el suspense clásico de la saga y homenajean escenas míticas como la de los raptores en la cocina de la primera película. La exploración de estos híbridos constituye una de las apuestas más arriesgadas de este capítulo, añadiendo elementos cercanos al terror y la fantasía.
Reacciones: Entre la nostalgia y el espectáculo
Las primeras opiniones de críticos y aficionados que han asistido a los pases previos han sido en su mayoría positivas, aludiendo a la capacidad de la película de recuperar la esencia original de la saga, con un ritmo frenético y secuencias de acción de gran nivel. Numerosos espectadores destacan el sabor a clásico que deja el guion de Koepp y la dirección de Edwards, logrando emocionar a quienes crecieron con los primeros títulos de la franquicia.
Sin embargo, no faltan las voces que señalan algunos altibajos en el desarrollo de los personajes, e incluso califican la historia de algo previsible en su estructura. A pesar de ello, la mayoría coincide en que la película funciona como espectáculo visual y que los dinosaurios vuelven a infundir verdadero miedo y respeto en cada aparición, sobre todo en las secuencias nocturnas y los enfrentamientos climáticos.
La producción es ambiciosa, combinando efectos prácticos con tecnología digital y el rodaje en localizaciones exóticas como Tailandia, lo que da un aire de autenticidad a las escenas más trepidantes. El resultado es una experiencia cinemática que, pese a sus pequeñas flaquezas, consigue mantener la atención del público y elevar el listón respecto a entregas anteriores.
Un aspecto fundamental para el éxito de la película es la cuidada mezcla de personajes, efectos y escenarios que logra transportar al espectador a un mundo donde la supervivencia y el peligro son constantes.