- Clausuran un criadero clandestino en Balvanera y rescatan 87 erizos africanos
- Operativo de UFEMA, CIJ y Policía de la Ciudad; se incautaron 38 jaulas y documentación
- Los ejemplares estaban hacinados, con lesiones y seis crías nacieron durante el allanamiento
- Imputación por Ley 14.346 y traslado de los animales a dos ONG para su recuperación
La Justicia de la Ciudad de Buenos Aires clausuró una vivienda de Balvanera donde funcionaba un criadero clandestino de erizos africanos. En el lugar, los equipos intervinientes hallaron 87 ejemplares enjaulados en condiciones inadecuadas y destinados a la venta.
El dispositivo, impulsado tras tareas de ciberpatrullaje y rastreo en redes sociales, se llevó a cabo en un inmueble de la calle México al 2700. Los animales estaban hacinados en cubículos metálicos y con signos de estrés, una situación que se corroboró durante el allanamiento.
Cómo se gestó el operativo
La intervención se enmarcó en la causa N.º 86004/2025-0, a instancias de la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA), con la actuación del fiscal Blas Matías Michienzi y el objetivo de poner fin a los actos de maltrato y rescatar a los animales.
Participaron la División Delitos Ambientales de la Policía de la Ciudad, el Cuerpo de Investigaciones Judiciales (CIJ) y la Dirección General de Control Ambiental (DGCONTA). La investigación detectó publicaciones que ofrecían erizos africanos y apuntaban a una red de comercialización que alcanzaba incluso a pet shops.
Durante el procedimiento se secuestraron 38 jaulas y otros elementos de cría, con una valoración que supera los 10 millones de pesos. La clausura del inmueble se dispuso de forma inmediata tras constatar la actividad ilícita.
Los ejemplares fueron derivados por las autoridades a dos organizaciones especializadas, designadas como depositarias judiciales, para su estabilización y cuidados veterinarios hasta resolver su destino definitivo.
Qué encontraron dentro del criadero
Al ingresar, los equipos hallaron un entorno sucio, con telarañas visibles y un sustrato inadecuado para la especie. Las jaulas metálicas apiladas evidenciaban la falta de espacio, con bebederos improvisados y hacinamiento en varios cubículos.
Los veterinarios constataron lesiones en ojos y hocicos en distintos ejemplares, efectos propios del encierro y del roce continuo con barrotes. Aunque la mayoría presentaba un estado general estable, se dispuso atención inmediata para reducir el estrés y evitar complicaciones.
En el conteo final se registraron 27 hembras adultas, 13 machos y 47 crías, con el dato llamativo de que seis nacimientos ocurrieron durante el propio operativo. La cifra total alcanzó los 87 erizos intervenidos.
El personal técnico realizó maniobras de estabilización y acondicionó el traslado para asegurar que los animales llegasen en condiciones adecuadas a los centros de recuperación.
Antecedentes y vías de comercialización
El domicilio ya había sido objeto de un allanamiento previo el 30 de octubre de 2024, cuando se incautaron 57 perros caniche, incluidas hembras preñadas. A pesar de aquella intervención, el responsable habría reincidido, y el mes pasado se rescataron también 14 caniches y se secuestraron 33 jaulas y documentación relevante.
La comercialización de los erizos se realizaba a través de redes sociales y, según la investigación, existía un circuito de distribución hacia tiendas de mascotas de la ciudad. Este patrón, además de vulnerar la normativa, alimenta el tráfico de fauna exótica y agrava el daño sobre los animales.
Consecuencias legales y próximos pasos
La responsable, una mujer de 47 años, fue notificada e imputada por la Ley 14.346 de maltrato animal. El fiscal Blas Michienzi dispuso la continuidad de las actuaciones para esclarecer posibles redes de tráfico vinculadas al caso.
El Juzgado Penal, Contravencional y de Faltas N.º 25, a cargo del Dr. Nicolás Agustín Repetto, ordenó garantizar el bienestar de los animales y supervisar la clausura del inmueble. La investigación sigue abierta y podrían sumarse nuevas medidas en los próximos días.
El erizo africano pigmeo: la especie intervenida
Los ejemplares rescatados corresponden al erizo africano pigmeo (Atelerix albiventris), un pequeño mamífero de hábitos nocturnos y comportamiento solitario. Su mecanismo de defensa son las púas de queratina con las que se eriza y se enrolla para protegerse.
Se trata de una especie que requiere cuidados específicos y condiciones ambientales controladas; su cría clandestina suele derivar en estrés, lesiones y problemas sanitarios. En algunos contextos, su tenencia está regulada o incluso restringida para evitar impactos y riesgos, incluida la posibilidad de reacciones cutáneas por contacto con las púas en personas sensibles.
La actuación coordinada de la UFEMA, el CIJ, la Policía de la Ciudad y los organismos de control permitió desbaratar el criadero, rescatar a los 87 erizos y cortar un circuito de venta ilegal que operaba en silencio, con los animales en condiciones que no cumplían estándares mínimos de bienestar.
