- Atlascystis acantha, hallado en el Anti-Atlas marroquí, enlaza simetría bilateral y pentámera.
- Es el equinodermo más antiguo con simetría bilateral y con etapas de desarrollo preservadas.
- El estudio, liderado por IGME-CSIC y publicado en Current Biology, redefine el origen de la simetría en equinodermos.
- Ayuda a explicar por qué estrellas de mar, erizos y crinoideos comparten la simetría de cinco radios.

¿Por qué las estrellas de mar tienen cinco brazos y no dos, tres o cuatro? Una pista decisiva llega desde Marruecos con el hallazgo de un equinodermo del Cámbrico que ayuda a entender el salto evolutivo hacia la simetría de cinco radios, una característica compartida por estrellas de mar, erizos, crinoideos y holoturias.
La pieza central de esta historia es Atlascystis acantha, un fósil excepcional que combina rasgos bilaterales con señales tempranas de simetría pentámera. El trabajo, coliderado por el IGME-CSIC y publicado en la revista Current Biology, propone un puente evolutivo que llevaba años buscándose para explicar la enigmática simetría de las estrellas de mar.
Un fósil que conecta dos planos corporales

Según el equipo, Atlascystis acantha es el equinodermo más antiguo conocido con simetría bilateral, y además el primero documentado en diferentes etapas de desarrollo. Esta combinación es poco habitual en el registro fósil y permite ver cómo, paso a paso, aflora la arquitectura de cinco radios tan típica de los equinodermos actuales.
La pieza marroquí sugiere que algunos linajes retuvieron la bilateralidad en la vida adulta mientras incorporaban rasgos anatómicos que anticipaban la organización pentarradial. Para los autores, están ante un momento clave del cambio de plano corporal, ese en el que se consolidan los fundamentos de la simetría radial pentámera.
Quién firma el trabajo y dónde se publicó

El hallazgo ha sido conducido por un equipo internacional coliderado por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME-CSIC), que firma la descripción en Current Biology. Este trabajo coordinado suma paleontólogos y geólogos especializados en el Cámbrico, un periodo fundamental para descifrar la diversificación temprana de la vida animal.
El contexto: Cámbrico inferior del Anti-Atlas
Los restos proceden de depósitos del Cámbrico inferior en el Anti-Atlas marroquí, con una edad aproximada de 510 millones de años. Esta cronología sitúa a Atlascystis acantha en pleno auge evolutivo, cuando surgen muchos de los grandes planes corporales que, con variaciones, perduran en el registro hasta la actualidad.
Que el fósil preserve rasgos anatómicos y estadios ontogenéticos aporta una ventana singular a la transición entre dos diseños corporales. Gracias a ello, los investigadores pueden inferir cómo se reorganizaron estructuras para dar lugar a la simetría de cinco radios propia de los equinodermos modernos.
De la bilateralidad a la simetría pentámera
Los equinodermos actuales presentan en la fase larvaria un cuerpo bilateral, similar al de la mayoría de animales, y durante la metamorfosis se transforman hasta adoptar una simetría radial de tipo pentámera. Es decir, su organismo se organiza en cinco partes equivalentes alrededor de un eje central.
La valiosa singularidad de Atlascystis acantha es que parece moverse entre ambas simetrías: mantiene la bilateral en su etapa adulta mientras su anatomía insinúa el futuro patrón de cinco radios. Ese juego de superposición de rasgos permite trazar el proceso que terminaría en estrellas de mar, erizos, crinoideos y holoturias con su característica pentarradialidad.
Qué implica para entender a las estrellas de mar
En el caso de las estrellas de mar, el cuerpo se reparte en cinco regiones equivalentes, un arreglo que optimiza funciones como la locomoción sobre el fondo y la regeneración de brazos, un aspecto hoy afectado por episodios de mortalidad masiva. Este patrón no es exclusivo de ellas: también aparece, con variaciones, en otros grupos de equinodermos, lo que sugiere un origen evolutivo común y muy temprano.
Con la evidencia marroquí, los científicos obtienen una pieza que faltaba en el rompecabezas: un organismo que enlaza la herencia bilateral con la futura simetría pentámera. De este modo, el estudio proporciona un marco más sólido para explicar cómo y cuándo se fijó la simetría de las estrellas de mar en la historia de la vida.
La combinación de una edad tan antigua, la procedencia del Anti-Atlas y la preservación de rasgos de desarrollo hacen de Atlascystis acantha un referente obligado para futuras investigaciones sobre equinodermos. Con ello, se afina la respuesta a una pregunta clásica de la biología evolutiva: por qué cinco y no otra cifra en la organización corporal de este grupo.
