Qué hacer con el gato el primer día

Los gatos necesitan cuidados

El primer día con un gato es toda una experiencia, tanto para el humano como para, sobre todo, el felino ya que puede que se haya separado de su madre y hermanos, o que deje atrás por fin el centro de protección de animales. Pero en cualquier caso, ante él se dibuja un futuro nuevo en el que se espera que reciba mucho cariño y cuidados para ser feliz.

Ahora bien, de los más o menos 20 años que puede llegar a vivir, el primer día con su nueva familia es crucial para empezar a construir una bonita amistad. Para él, el trato que se le dé en esas primeras horas en casa pueden darle confianza o miedo. De nosotros depende que sea lo primero.

Partiendo de esto, ¿qué es lo que se debe hacer con el gato el primer día? Empezaremos por el principio de todo, cuando aún no estamos en casa:

Qué hacer cuando vamos a buscarlo

El primer día es especial para un gato

El gato es un animal que percibe las emociones de los demás. De hecho, es muy sensible en este aspecto, por eso tanto si vamos a adoptarlo a un refugio o protectora, como si nos lo hemos encontrado en la calle tenemos que estar muy tranquilos. Las prisas y los nervios no nos servirán de nada, solo para que el felino se asuste y se aleje.

Por ello, haremos uso del lenguaje corporal para hacerle entender que no somos una amenaza, y que solo queremos ayudarlo. Y, ¿cómo lo haremos? Usando el idioma gatuno:

  • Abriremos y cerraremos los ojos lentamente mientras lo observamos. Así le diremos que puede confiar, que está todo bien.
  • No intentaremos tocarlo, sino que lo atraeremos con una golosina.
  • Si es un gato miedoso, nos sentaremos en una esquina y esperaremos a que sea él quien decida acercarse. Mientras, podemos mirarlo de vez en cuando, parpadeando de forma lenta.

Para meterlo en el transportín hay que esperar a que ya nos haya cogido algo de confianza; es decir, hasta que se aproxime a nosotros con curiosidad. Echaremos unas golosinas dentro, y cuando se haya metido, lo cerramos.

Ahora, y con el fin de que se sienta calmado, taparemos el transportín con una toalla o trapo. Después, nos meteremos en el coche y partiremos para casa. Durante el trayecto es recomendable poner música ambiental con un volumen bajo. El sentido del oído está mucho más desarrollado que el nuestro, por lo que es importante no poner el volumen alto; además, la música tranquila le será de gran ayuda para llegar a su nuevo hogar mejor.

Caso especial: gato encontrado en la calle

A veces ocurre que nuestro nuevo miembro de la familia aparece sin más en la calle. Mis gatos por ejemplo son todos rescatados del exterior. ¿Qué se hace en estos casos? Bueno, depende mucho de la situación. Por ejemplo: si es un gatito que se le ve bien alimentado lo ideal es esperar un poco, ya que puede que la madre esté cerca. Pero si está enfermo recomiendo cogerlo, sin esperar, pues aunque su progenitora ande por la zona es difícil que el pequeño sobreviva sin ayuda.

Eso sí, si te lo encuentras en la ciudad o en una calle muy transitada, independientemente del estado de salud del felino, cógelo, pues existe un riesgo muy alto de que lo atropellen. Una vez lo tengas, si puedes envuélvelo con un trapo o pieza de ropa. Luego, toca llevarlo al veterinario para que le haga una revisión.

También se puede dar el caso de que el gato es joven o adulto, pero muy cariñoso y social. En estos casos, lo ideal será contactar con un veterinario para que mire a ver si tiene chip, y si no lo tuviera, se podría optar por llevarlo a casa y poner carteles por la zona, además de dar aviso en redes sociales por si hubiera alguien que lo estuviera buscando. Pasado un tiempo prudencial (el número de días exacto te lo dirá el veterinario, ya que puede variar dependiendo de la provincia y país), tendrás opción de adoptarlo.

Qué hacer cuando ya está en casa

El gato necesita dormir

Ahora pasamos al momento que todos esperábamos: ¡ya está el gato en casa! ¿Qué hacemos ahora? Bueno, pues nada tan simple como lo siguiente:

  • Dejaremos al gato en una habitación amplia, con la puerta del transportín abierta. Este será su refugio, donde tendrá su cama, comida, agua y algunos juguetes. Durante los primeros días también es importante que tenga su arenero, pero cuando ya se haya adaptado y tenga vía libre para ir por toda la casa, tendremos que colocarlo en otro lugar, ya que a ningún gato le gusta tener su comida al lado de su baño particular.
  • Si hay niños, especialmente si son pequeños, tenemos que procurar que no hagan mucho ruido y empezar a enseñarles a que tienen que respetar a su nuevo amigo; es decir, que no tienen que acariciarle ni jugar si el gato aún no quiere.
  • Nosotros, como adultos, debemos dar ejemplo también: por muchas ganas que tengamos de cogerlo, la más bonita muestra de amor que puede recibir un gato el primer día es, simplemente, dejarlo explorar.
  • Además, tenemos que ir aprendiendo sus señales de calma para así comunicarnos con él de una forma más eficiente.

Si se queda escondido debajo de un mueble por ejemplo, no pasa nada. Podremos intentar que salga ofreciéndole golosinas, pero si no quiere, no le obligaremos. Lo que sí que haremos será hacerle ver que puede confiar en nosotros, y hay varias formas: parpadeando lentamente si podemos verle los ojos, o bien ofreciéndole comida húmeda para gatos que pondremos en un comedero cerca de donde se encuentre, y después nos alejaremos un poco pero sin salir de la habitación.

Al cabo de un tiempo, conseguiremos que se sienta tranquilo y seguro.

¿Qué hacer para que el gato se sienta seguro desde la primera noche?

La primera noche es la más complicada. Hay gatos que duermen bien, pero lo normal es que se sientan inquietos y que incluso maúllen llamando a su madre y hermanos. Para que se sientan seguros es aconsejable el uso del Feliway, que es un difusor que emite hormonas sintéticas que les ayudarán a estar tranquilos.

Pero también es bueno dejar que duerman en la misma habitación que nosotros. Créeme, aunque no te tengan suficiente confianza aún, el hecho de saber que pueden dormir con su nueva familia les hará sentirse muy, muy bien. Los gatitos suelen adaptarse rápido a esta rutina; los jóvenes y adultos suelen tardar un poco más, e incluso puede que no lleguen nunca a dormir en la misma cama que sus humanos. Pero si se les deja, si se les da espacio y se les respeta, siempre procurarán estar cerca de sus humanos.

Related posts:

Deja un comentario