- El proyecto 'Iguanas desde el Cielo' involucra miles de voluntarios en el conteo de iguanas marinas en Galápagos.
- El uso de drones y herramientas en línea mejora el monitoreo de la población de esta especie en peligro de extinción.
- La participación pública ha permitido analizar más de 1,3 millones de aportaciones y optimizar los datos recolectados.
La iguana marina de Galápagos es una de las especies más singulares y amenazadas del planeta, cuya conservación exige esfuerzos cada vez más innovadores. En los últimos años, la colaboración entre investigadores y la ciudadanía ha permitido dar un paso importante en el seguimiento de la población de estos reptiles, emblemáticos del archipiélago del Pacífico oriental.
En el marco del proyecto ‘Iguanas desde el Cielo’, miles de voluntarios de diferentes partes del mundo se han unido a un ambicioso reto: ayudar a estimar el número de iguanas marinas mediante el análisis de imágenes aéreas captadas por drones. Gracias a su implicación, se ha conseguido recopilar y revisar un volumen abrumador de datos, aportando información esencial para la protección de la especie.
Un proyecto de ciencia ciudadana sin precedentes
La iniciativa ha contado con la participación de casi 14.000 científicos ciudadanos, quienes revisaron de forma voluntaria fotografías de colonias de iguanas tomadas por drones. Cada imagen fue analizada por al menos veinte personas diferentes, generando así más de 1,3 millones de aportaciones independientes. Este método ha permitido a los investigadores agilizar la cuantificación de individuos, un proceso que tradicionalmente resultaba lento y complicado por la ubicación remota y el difícil acceso a muchas zonas del archipiélago.
La directora del proyecto, la Dra. Amy MacLeod del Instituto de Biología de la Universidad de Leipzig, ha destacado que la implicación del público es clave no solo para cubrir con rapidez grandes conjuntos de datos, sino también para concienciar sobre la importancia de conservar esta especie. El uso de drones lanzados desde barcos y desde tierra permitió obtener imágenes detalladas de las colonias, que posteriormente fueron subidas a la plataforma Zooniverse para su evaluación colectiva.
Durante el desarrollo, se comprobó que la calidad de las fotos era determinante para obtener resultados precisos. Las imágenes más nítidas fueron fundamentales para asegurar un conteo fiable, minimizando así la posibilidad de que los voluntarios pasaran por alto ejemplares presentes en las colonias.
Este enfoque participativo abre nuevas posibilidades para el seguimiento de otras especies con hábitats de difícil acceso, demostrando que la implicación ciudadana puede ser tan eficaz como el trabajo de expertos, especialmente cuando se trata del análisis de grandes volúmenes de imágenes.
Retos y aportaciones para el futuro
El éxito de ‘Iguanas desde el Cielo’ radica en el diseño del proyecto y en el apoyo motivacional a los voluntarios, que llegaron a realizar miles de clasificaciones individuales. La claridad en las tareas y la facilidad para participar han sido factores clave en la alta implicación. El equipo de la Universidad de Leipzig ha trabajado en distintos métodos para agregar y comparar datos, buscando siempre la máxima fiabilidad de los resultados.
Uno de los hallazgos más destacados es que, hasta ahora, la participación humana supera a la inteligencia artificial en la identificación precisa de iguanas en imágenes aéreas complejas. Sin embargo, los investigadores planean seguir probando nuevas soluciones tecnológicas para optimizar futuras campañas de vigilancia y conservación.
Los datos obtenidos no solo contribuirán a realizar el primer censo exhaustivo de la iguana marina de Galápagos, sino que también serán clave para actualizar la Lista Roja de la UICN y para desarrollar medidas de protección más eficaces y adaptadas a la realidad de la especie.
Además de los avances en el recuento poblacional, este tipo de proyectos fomenta el interés social y la educación ambiental sobre la importancia de las iguanas marinas y su papel en los ecosistemas insulares.
Los resultados definitivos estarán disponibles en breve, sentando las bases para la aplicación de nuevas metodologías en la conservación de la biodiversidad a nivel global. Las aportaciones de estos miles de voluntarios han marcado un antes y un después en la forma de estudiar y proteger a una de las joyas faunísticas de las islas Galápagos.
