- Junta declara a Chiclana en alerta por el virus del Nilo y el Ayuntamiento pide actuar
- Propietarios deben clorar, depurar y cubrir piscinas para evitar focos
- Se recomienda impedir el agua estancada y eliminar huevos y larvas
- Chiclana cuenta con 9.441 piscinas no cubiertas y 71 cubiertas, según Catastro
Tras la declaración de la Junta de Andalucía que sitúa a Chiclana en alerta por el virus del Nilo, el Ayuntamiento lanza un llamamiento directo a quienes tienen piscinas y albercas en sus propiedades para que refuercen su cuidado y eviten que se conviertan en criaderos de mosquitos, los principales vectores de esta enfermedad.
La petición municipal incide en medidas concretas: refuercen su cuidado, con cloración adecuada, depuración continua y uso de cubiertas cuando no se utilicen, además de la eliminación de encharcamientos en el entorno. Además, se solicita un mantenimiento activo durante todo el año que incluya limpiar posibles huevos y larvas para cortar de raíz la reproducción.
Llamamiento municipal y contexto sanitario
El delegado de Salud, Guillermo Sierra, recuerda que en la ciudad hay miles de piscinas, muchas de ellas llenas todo el año, por lo que no basta con la puesta a punto del verano: hay que prolongar esas rutinas los doce meses para impedir la puesta de huevos y la aparición de larvas.
Según los datos de la Dirección General del Catastro, Chiclana contabilizaba en 2024 un total de 9.441 piscinas no cubiertas y 71 cubiertas a lo largo del término municipal, lo que la sitúa entre los municipios con mayor número de estas instalaciones en España.
Desde el punto de vista sanitario, el objetivo es claro: reducir la presencia de mosquitos y otras plagas urbanas minimizando cualquier lámina de agua inmóvil donde puedan desarrollarse. Basta con pequeñas acumulaciones para que se complete el ciclo de cría si el agua no está tratada o en movimiento.
La recomendación se extiende a todo tipo de espacios acuáticos de uso particular: además de piscinas y albercas, conviene controlar zonas cercanas donde pueda quedar agua retenida tras el baño o el riego, ya que los encharcamientos favorecen la proliferación de mosquitos.
Medidas esenciales para cortar la cría de mosquitos
En piscinas que no se pueden vaciar con facilidad, el Ayuntamiento subraya la importancia de mantener una cloración correcta para que el agua permanezca desinfectada y no permita el desarrollo de larvas.
Igualmente, se recomienda el uso constante de depuradoras con la filtración adecuada, de modo que el agua circule y no quede estancada en el vaso. Esto, unido a la limpieza de filtros, dificulta la cría de mosquitos.
Cuando la piscina no se utilice, se aconseja cubrir el vaso con protecciones físicas que impidan la puesta de huevos. Las cubiertas ayudan a mantener la superficie inaccesible para los insectos y a reducir la suciedad acumulada.
Es conveniente realizar una limpieza periódica de paredes y superficie, retirando hojas u otros restos, y revisando skimmers y rebosaderos, puesto que cualquier rincón con agua inmóvil puede convertirse en foco de cría.
También se insta a evitar charcos en el entorno inmediato: tras el uso recreativo, conviene drenar zonas con agua sobrante y vigilar pavimentos o rincones donde pueda permanecer agua retenida, incluso durante pocas horas.
- Clorar adecuadamente si el vaso permanece lleno.
- Depurar y mantener la circulación del agua sin interrupciones.
- Cubrir la piscina cuando no esté en uso.
- Eliminar encharcamientos y limpiar residuos de la lámina de agua.
Comunidades, urbanizaciones y alojamientos con piscinas
En comunidades de vecinos, urbanizaciones y establecimientos turísticos, la responsabilidad es compartida: programar mantenimientos regulares todo el año y adoptar estrategias responsables para asegurar el correcto funcionamiento de la cloración y la depuración reduce de forma notable el riesgo.
En albercas y depósitos auxiliares, si no se van a utilizar durante un tiempo, se debe valorar el vaciado o el tratamiento correspondiente, porque el agua acumulada sin control puede actuar como un imán para los mosquitos.
El Ayuntamiento apela a la colaboración ciudadana y recuerda que extender las rutinas del verano al resto de estaciones es la manera más eficaz de impedir nuevos focos, proteger la salud pública y evitar la propagación del virus del Nilo.
La clave está en una actuación constante y sencilla: con cloro en niveles adecuados, depuradoras en marcha, cubiertas bien colocadas y cero encharcamientos, las piscinas dejan de ser un problema y se convierten en espacios seguros para todos.
