Mosquito del dengue: avances científicos, estrategias y retos en la lucha contra Aedes aegypti

Última actualización: 23 junio 2025
  • Descubren una molécula natural en Brasil con gran potencial larvicida contra el mosquito del dengue.
  • La eliminación de criaderos y la vigilancia son esenciales para frenar el ciclo reproductivo del mosquito.
  • Acciones comunitarias y programas públicos refuerzan la prevención y el control del Aedes aegypti.
  • Se mantiene la alerta en América Latina por el incremento de casos y la resistencia del mosquito.

Mosquito del dengue imagen genérica

La presencia del mosquito del dengue, conocido científicamente como Aedes aegypti, continúa siendo motivo de preocupación en numerosos países de América Latina. Este insecto no solo es capaz de transmitir el virus del dengue, sino que también representa un riesgo para la salud pública por su papel en la propagación de otras enfermedades como zika y chikungunya. Su capacidad para adaptarse a entornos urbanos y reproducirse en pequeños depósitos de agua hace necesario establecer estrategias integrales para prevenir brotes y complicaciones.

En los últimos meses se han intensificado las acciones de vigilancia epidemiológica, control ambiental y promoción de hábitos saludables para enfrentar la amenaza que representa este vector. Desde el ámbito científico, se han producido avances relevantes que prometen apoyar las campañas de control, mientras que las autoridades sanitarias refuerzan los operativos comunitarios y la información a la ciudadanía para reducir los criaderos y disminuir los casos notificados.

Un hallazgo prometedor: molécula larvicida natural para combatir Aedes aegypti

Uno de los descubrimientos más destacados proviene de Brasil, donde un grupo de investigadores identificó en la própolis de una abeja nativa una molécula capaz de eliminar hasta el 100% de las larvas del mosquito del dengue en apenas 48 horas. El compuesto, un diterpeno presente en la resina de pino y procesado por la abeja mandaçaia (Melipona quadrifasciata), mostró una efectividad muy superior a la de otras variedades de própolis.

En las pruebas realizadas, se observó que la geoprópolis producida por estas abejas acabó con la mayoría de las larvas en tan solo 24 horas y con todas en 48 horas. Este hallazgo representa un avance significativo porque abre la puerta al desarrollo de larvicidas naturales menos tóxicos y más sostenibles que los químicos convencionales, cuyo uso continuado puede tener un impacto negativo en el medio ambiente.

Sin embargo, el volumen de geoprópolis generado por las abejas mandaçaia es bastante limitado, lo que imposibilita su empleo directo a gran escala. La buena noticia es que la resina del pino utilizada como materia prima sí se produce industrialmente, lo que permitiría replicar, mediante procesos biotecnológicos, el efecto larvicida observado en laboratorio y generar soluciones más asequibles para el control del mosquito en el futuro.

La importancia del control ambiental y la eliminación de criaderos en la comunidad

Mientras la ciencia avanza, las autoridades insisten en que la principal barrera contra el dengue sigue siendo la eliminación de criaderos. El mosquito Aedes aegypti deposita sus huevos en cualquier recipiente con agua limpia, y estos pueden sobrevivir durante meses en condiciones secas, esperando la humedad adecuada para eclosionar. Esto convierte a patios, jardines y domicilios en posibles focos de infestación si no se mantienen libres de objetos y recipientes donde pueda acumularse agua.

Intervenciones recientes en diferentes ciudades y regiones latinoamericanas destacan la efectividad de operativos de limpieza en los barrios, inspecciones domiciliarias y campañas educativas para recolectar y eliminar toneladas de residuos como botellas, llantas y chapas, considerados criaderos potenciales. Estas acciones cortan el ciclo reproductivo del mosquito y favorecen la prevención de enfermedades transmitidas por este vector.

Además, se subraya la necesidad de mantener depósitos de agua tapados, limpiar frecuentemente los recipientes y evitar el almacenamiento innecesario de objetos que puedan retener líquidos. La participación activa de la población, en colaboración con las autoridades, resulta fundamental para obtener resultados efectivos a largo plazo.

Acciones sanitarias y vigilancia epidemiológica: datos y recomendaciones recientes

El control del mosquito del dengue implica también la labor continuada de los organismos de salud pública, que realizan vigilancia epidemiológica, campañas de fumigación y seguimiento de los casos reportados. Los boletines epidemiológicos de distintos países muestran que la mayoría de los casos confirmados corresponde a niños y adolescentes, lo que refuerza la importancia de la consulta médica temprana ante síntomas compatibles con dengue.

Según los reportes recientes, en varias regiones se han incrementado los recursos para la detección precoz, la atención de pacientes y la promoción de recomendaciones básicas como:

  • Eliminar y limpiar todos los recipientes que puedan acumular agua.
  • Utilizar repelente y vestir ropa que cubra brazos y piernas, especialmente al amanecer y al atardecer.
  • Colocar mosquiteros en puertas y ventanas para limitar el acceso de los mosquitos al interior de las viviendas.
  • Acudir al centro de salud en caso de fiebre elevada, dolor muscular o síntomas sospechosos, evitando la automedicación.

Las cifras de casos, aunque contenidas en algunos países, muestran la necesidad de mantener la vigilancia, sobre todo ante la llegada de la temporada de lluvias, que favorece la reproducción del mosquito. Además, se destaca la utilidad de campañas como la “Semana de acción contra el mosquito” y los operativos integrados en barrios, en los que la colaboración de la ciudadanía es clave para proteger la salud colectiva.

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Participación ciudadana y avances integrados: el reto de frenar al mosquito del dengue

El reto de combatir al mosquito Aedes aegypti requiere la suma de innovaciones científicas, acciones comunitarias y políticas públicas que garanticen resultados sostenibles. Las estrategias interinstitucionales, como la puesta en marcha de programas integrados tipo “Lava, Tapa, Voltea y Tira”, refuerzan el mensaje de que la prevención empieza en casa y que cada uno puede contribuir, aunque sea de forma sencilla, a reducir los riesgos.

Es fundamental que la colaboración entre la ciencia, las instituciones y la sociedad continúe fortaleciendo los esfuerzos para controlar esta enfermedad. La participación activa y constante, junto con avances tecnológicos y políticas públicas efectivas, será clave para reducir el impacto del dengue en los próximos años.