- Ciertas especies de mariposas nocturnas migratorias han llegado en gran número a España, destacando Hyles livornica y Autographa gamma.
- Su presencia responde a factores climáticos en origen y forma parte de migraciones naturales, no representan peligro para personas.
- Las mariposas nocturnas se orientan por la luna, estrellas y el olor, y cumplen un papel clave como polinizadoras.

Durante las últimas semanas, numerosas ciudades y regiones de España se han visto sorprendidas por la abundancia de mariposas nocturnas de gran tamaño. La masiva aparición de estos insectos ha generado curiosidad y, en muchos casos, cierta inquietud entre la población, que se ha preguntado por qué han llegado tantas y si pueden suponer algún tipo de riesgo. Sin embargo, los expertos insisten en que estamos ante un fenómeno completamente natural que forma parte del ciclo migratorio de diversas especies bien adaptadas a sus largas travesías.
Aunque las mariposas migratorias no son una novedad en nuestro país, este año la afluencia ha sido especialmente notable en comunidades como Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, Madrid, Andalucía o Galicia, donde han sido observadas tanto en entornos urbanos como rurales. Este incremento de ejemplares responde a condiciones ambientales muy concretas que favorecen la proliferación y el desplazamiento de ciertas especies desde el norte de África hacia Europa central.
Causas detrás de la llegada masiva de mariposas migratorias

Las especies protagonistas de este fenómeno son, principalmente, Hyles livornica y Autographa gamma. Ambas mariposas nocturnas pertenecen al reducido grupo de unas cien especies migratorias entre las miles que existen en la península. Su viaje comienza en la región del Magreb, donde las lluvias anómalas y las temperaturas suaves de los últimos meses han promovido una gran explosión de vegetación, proporcionando alimento suficiente para que las orugas se multipliquen a gran escala. Esto ha desembocado en una auténtica «explosión poblacional» de estos insectos, que posteriormente inician su migración hacia el norte.
El recorrido migratorio de estas mariposas es escalonado: las primeras generaciones nacidas en África se reproducen al llegar a la península, y sus descendientes prosiguen el trayecto hasta el centro y norte de Europa. De esta forma, las migraciones no las realiza una sola mariposa desde el inicio hasta el destino final, sino que cada etapa la protagoniza una nueva generación. Este ciclo puede repetirse varias veces a lo largo de la temporada cálida.
Además, la combinación de factores como abundantes lluvias primaverales, temperaturas altas y entradas de aire cálido africano han favorecido la presencia masiva de mariposas en puntos como Madrid, Albacete, Cuenca o Castellón. En estos lugares, las mariposas nocturnas pueden ser más visibles de lo habitual, especialmente si se ven atraídas por las luces artificiales de las viviendas.
¿Realmente suponen una amenaza para las personas o los cultivos?
Las mariposas migratorias que han protagonizado esta llegada masiva son completamente inofensivas. Ni pican, ni muerden, ni transmiten enfermedades, y tampoco destruyen ropa ni enseres domésticos, al contrario de lo que ocurre con otras especies muy pequeñas y especializadas. Los expertos recalcan que su presencia no es motivo de preocupación; de hecho, la mayor parte del tiempo ni siquiera interactúan con los humanos, y su actividad es principalmente nocturna. Los casos en los que entran en las casas suelen deberse a que se ven desorientadas por la luz artificial, que interfiere en sus mecanismos de navegación.
En cuanto a los cultivos, si bien existe una clasificación puntual de Autographa gamma como posible plaga agrícola en contextos específicos, la realidad es que su impacto suele ser muy limitado y su función principal es la polinización, visitando una gran variedad de flores y, por tanto, contribuyendo al equilibrio ecológico. En general, su breve vida adulta (dos o tres semanas) y su preferencia por plantas silvestres hacen improbable que causen daños serios.
Curiosidades sobre la migración y orientación de las mariposas nocturnas
La capacidad de estas mariposas para orientarse durante cientos o miles de kilómetros es uno de los aspectos más fascinantes de su biología. Se sabe que algunas especies migratorias utilizan señales astronómicas como la luna y las estrellas, además del olor característico de su destino, para llegar hasta las zonas idóneas de reproducción o alimentación. Las rutas migratorias están tan integradas en su genética que muchas de ellas son capaces de guiarse incluso en plena oscuridad, combinando la información visual del cielo nocturno y sus relojes biológicos internos.
En regiones como Baleares, donde la migración es especialmente visible, expertos recomiendan reducir al máximo la contaminación lumínica exterior y cerrar ventanas por la noche si se quiere evitar su entrada accidental en las viviendas. Respetar el ambiente nocturno no solo ayuda a estas mariposas a seguir su viaje, sino que preserva el equilibrio de los ecosistemas locales.
Su presencia refleja un ecosistema saludable y en equilibrio
La llegada de estas mariposas migratorias es un indicador del buen estado del entorno natural y de que las condiciones ambientales son favorables para el desarrollo de la biodiversidad. Además, su papel como polinizadoras resulta esencial para mantener los ciclos ecológicos y favorecer la reproducción de muchas plantas.
Contemplar esta migración ofrece una oportunidad única para apreciar la riqueza natural del país. La convivencia respetuosa con la fauna nocturna y entender estos fenómenos ayudan a desmitificar su presencia y valorar la importancia de cada especie en el entorno, especialmente en años donde las condiciones ambientales favorecen estos desplazamientos espectaculares.
Este fenómeno demuestra el ingenio y la resistencia de las mariposas migratorias, que realizan largos viajes en busca de condiciones óptimas para alimentarse y reproducirse, resaltando su valioso papel en los ecosistemas y su capacidad de adaptarse a diversos escenarios climáticos.