- Llevarse moluscos, conchas o arena de la playa puede costar hasta 60.000 euros en multas, según la Ley de Costas
- La extracción afecta gravemente al ecosistema y está terminantemente prohibida en todo el litoral español
- Hay normas adicionales sobre juegos, acceso con mascotas o eventos en playas, variando según el municipio
- Algunas excepciones para usos científicos o educativos requieren autorización previa

Con la llegada del verano y el aumento de visitantes en las costas españolas, es fundamental conocer las limitaciones legales sobre la extracción de elementos naturales. Muchos bañistas desconocen que recoger moluscos, conchas, piedras o arena de la playa no solo está prohibido, sino que puede derivar en multas de hasta 60.000 euros, dependiendo del daño causado. Esta medida, recogida en la Ley de Costas, busca proteger los ecosistemas litorales, donde cada componente juega un papel crucial.
La normativa deja poco margen a la duda: cualquier intento por llevarse a casa un recuerdo natural de la playa, ya sea moluscos, conchas, arena o incluso medusas, está sancionado. La razón es sencilla: estos elementos no solo decoran el paisaje, sino que funcionan como refugio para organismos marinos y previenen la erosión. De hecho, la extracción altera gravemente el equilibrio ambiental y puede tener consecuencias ecológicas duraderas.
Ley de Costas y sanciones económicas

La Ley 22/1988 de Costas establece que el uso de las playas es libre, público y gratuito, excluyendo la posibilidad de que existan playas privadas o de que se cobre por acceder a ellas. Sin embargo, retirar cualquier elemento del dominio público marítimo-terrestre está estrictamente vetado. El desconocimiento de esta regla, tal y como recuerda la compañía Legálitas y recoge el Código Civil español, no exime de responsabilidad y cualquier persona puede ser sancionada si infringe la ley.
Las sanciones varían desde 20 euros por metro cuadrado y día en infracciones leves, hasta los citados 60.000 euros en casos de daño significativo. Si se desobedece una orden de la Administración para cesar la actividad, la multa puede llegar a 120 euros por metro cuadrado y día. En lugares como Baleares, incluso se contemplan multas de entre 30.000 y 300.000 euros para actividades no autorizadas en dominio público.
Excepciones y regulaciones locales

No existen excepciones generales para turistas o bañistas que deseen llevarse moluscos o conchas como recuerdo. Las únicas situaciones en las que se permite la recolección de estos elementos naturales es para fines científicos o educativos, siempre y cuando se cuente con una autorización previa de la administración correspondiente. Aun así, cada ayuntamiento puede desarrollar ordenanzas propias que regulan el comportamiento en sus playas, por lo que siempre conviene informarse antes de actuar.
Además de la prohibición de extraer elementos naturales, la organización de fiestas, eventos o actividades recreativas en las playas españolas también está regulada. Para reuniones masivas sin la debida autorización administrativa, las multas pueden escalar rápidamente. Las celebraciones familiares pequeñas, sin embargo, suelen estar permitidas si se respetan las ordenanzas locales respecto al ruido y el uso del espacio.
Otras restricciones habituales en las playas

La normativa sobre el uso de pelotas, palas o hinchables en la playa puede variar según el municipio. Algunos, como Cádiz, solo permiten los juegos en áreas habilitadas, y otros, como Benidorm, prohíben su uso en zonas de baño. Málaga añade restricciones para evitar molestias durante la temporada alta, obligando al cumplimiento de una distancia mínima respecto a otros usuarios.
El acceso con mascotas también está limitado en la mayoría de playas españolas, a excepción de perros guía o animales de rescate autorizados. En algunos municipios solo se permite en horarios concretos o fuera de la temporada de baño. Por otro lado, la venta ambulante está generalmente prohibida o sujeta a condiciones muy estrictas.
En cuanto al baño vestido o al topless, en la mayoría de playas y piscinas municipales está permitido, salvo que la normativa específica indique lo contrario. La discriminación por motivos culturales o religiosos sí está prohibida.
Impacto ecológico y responsabilidad social
Extraer moluscos y conchas no solo infringe la ley; también puede provocar daños irreparables en el ecosistema costero. La arena y las conchas ofrecen refugio y hábitat, ayudan a mantener la estructura del litoral y son esenciales para la biodiversidad. La protección de estos elementos naturales es, por tanto, clave para un turismo respetuoso y para garantizar la conservación de las costas.
Las normativas, aunque estrictas, persiguen garantizar la conservación del patrimonio natural y que tanto visitantes como locales puedan seguir disfrutando del litoral durante generaciones. Respetar las reglas beneficia a la comunidad y al medio ambiente, evitando daños ecológicos y multas económicas inesperadas.

