Fumigaciones en Sevilla y control en Madrid: así se combate la mosca negra en España este verano

Última actualización: 27 junio 2025
  • La mosca negra, asociada a aguas limpias, se combate activamente en el río Manzanares y campos de arroz de Sevilla.
  • Madrid y Sevilla aplican tratamientos larvicidas específicos para reducir las poblaciones de este insecto.
  • Las picaduras de la mosca negra son dolorosas pero no transmiten enfermedades en España.
  • El control ambiental y el seguimiento en colaboración con diferentes entidades son claves para frenar su proliferación.

mosca negra sobre superficie

La llegada del calor trae consigo el aumento de insectos en buena parte de España y uno de los protagonistas indiscutibles cada verano es la mosca negra. Este insecto, habitual en cursos de agua y muy activo durante los meses más cálidos, está generando preocupación en diversas zonas del país debido a su capacidad para morder y provocar molestias a la población.

Las administraciones locales han intensificado en 2025 las labores de vigilancia y control de la mosca negra, especialmente en ciudades como Madrid y en entornos periurbanos de Sevilla, donde la combinación de agua y temperaturas altas favorece su proliferación. Estas acciones buscan reducir su número y minimizar el impacto de sus mordeduras, que aunque suelen ser dolorosas, afortunadamente rara vez conllevan complicaciones mayores.

Madrid refuerza el control de la mosca negra en el Manzanares

La capital española afronta cada temporada el reto de controlar a la mosca negra, especialmente en el río Manzanares. Entre mayo y octubre, es frecuente la aparición de estos insectos, que pueden morder en cualquier momento del día y desplazarse largas distancias desde su hábitat fluvial. El Ayuntamiento de Madrid ha puesto en marcha campañas de tratamientos larvicidas para reducir la población en el río, logrando en la última campaña una mortalidad superior al 85% y un aumento significativo en los controles realizados respecto al año anterior.

No solo se trata de fumigaciones: la clave está en un seguimiento continuo mediante muestreos que permiten actuar de forma precisa. La presencia de mosca negra, además, suele asociarse a aguas limpias y oxigenadas, por lo que su proliferación también indica una mejora ambiental en los tramos urbanos del río. Sin embargo, su capacidad para reproducirse en aguas temporales hace que años con lluvias abundantes, como el actual, sean especialmente problemáticos.

Las recomendaciones sanitarias insisten en la importancia de evitar las zonas más afectadas, vestir ropa clara y larga y aplicar repelente siguiendo las indicaciones sanitarias. Si se utiliza protector solar, debe aplicarse antes del repelente, esperando a que se absorba antes de protegerse frente al insecto.

La fumigación aérea en Sevilla abarca arrozales y zonas periurbanas

mosca negra en naturaleza

La provincia de Sevilla está llevando a cabo una intensa campaña de tratamientos aéreos y terrestres para controlar tanto la mosca negra como los mosquitos transmisores del virus del Nilo Occidental. Más de 5.900 hectáreas de campos de arroz en varios municipios (Isla Mayor, La Puebla del Río, Utrera, Los Palacios y Villafranca y Las Cabezas de San Juan) están recibiendo tratamientos larvicidas biológicos, aplicados mediante avioneta y en franjas horarias de menor calor para una mayor eficacia.

Estos trabajos se desarrollan en dos fases: una inicial antes de que la vegetación dificulte la aplicación en el agua, y otra tras la cosecha. Paralelamente, se realizan prospectos y tratamientos manuales en márgenes y canales auxiliares, así como colaboraciones con asociaciones de productores para el seguimiento y la toma de muestras larvarias, reforzando el control en zonas limítrofes con áreas urbanas.

Mosca negra: dolores, alergias y diferencias con otros insectos

Uno de los aspectos que más preocupa a la población es el malestar que causa la mosca negra al morder. No pica, sino que muerde, y solo las hembras lo hacen para obtener sangre necesaria en la puesta de huevos. Su aparato bucal erosiona la piel, generando reacciones dolorosas, enrojecimiento y, a veces, inflamación considerable. Aunque en la mayor parte de España no se han registrado enfermedades transmitidas por esta especie, sus mordeduras pueden derivar en consultas médicas, sobre todo en personas alérgicas.

Se diferencia claramente del mosquito tigre en varios aspectos. La mosca negra es de menor tamaño, más oscura y globosa, y solo cría en ambientes fluviales, nunca en charcas ni aguas estancadas. Además, la invasión de este insecto en España está asociada a la mejora de los ecosistemas acuáticos urbanos, especialmente desde 2017, cuando se detectó un aumento en el cauce del Manzanares tras diversas mejoras ambientales.

Medidas preventivas para los próximos meses

Las autoridades recomiendan acciones sencillas pero efectivas: evitar el paseo por zonas con aguas rápidas o caudalosas, usar repelentes homologados y vestir prendas que dejen la menor cantidad de piel expuesta. El seguimiento constante de la evolución de la plaga permite ajustar las estrategias de control a la situación de cada año, que depende en gran medida de la meteorología y el caudal de los ríos.

El trabajo conjunto entre administraciones y entidades locales, sumado a la colaboración con asociaciones agrícolas, es clave para mantener a raya una especie que, si bien refleja la buena salud de nuestros ríos, puede transformar un verano en una temporada de incomodidades si no se toman las medidas adecuadas.

El control riguroso de la mosca negra y la mejora de los sistemas de vigilancia han convertido a municipios de Madrid y Sevilla en ejemplos de gestión de plagas, permitiendo reducir eficazmente la presencia de este insecto sin dañar el medio ambiente.

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