- La fábrica panameña es la única en el mundo que produce moscas estériles para contener la plaga del gusano barrenador del ganado.
- El método consiste en liberar insectos estériles para reducir la reproducción de la plaga.
- La planta de Pacora multiplica su producción debido a brotes recientes en México y Centroamérica.
- La colaboración internacional y la vigilancia ganadera son fundamentales para combatir esta amenaza.
Las moscas estériles han cobrado una importancia estratégica en Panamá y la región centroamericana para hacer frente al gusano barrenador del ganado (GBG). Desde hace años, la amenaza de esta plaga pone en jaque la salud animal, la economía ganadera e incluso la exportación en países como México, que recientemente ha sufrido brotes de la enfermedad.
Ubicada en el norte de Ciudad de Panamá, la única fábrica mundial de moscas estériles trabaja a toda máquina: semanalmente produce hasta 100 millones de ejemplares, que se liberan principalmente sobre el territorio mexicano y zonas de alto riesgo para controlar el ciclo biológico del GBG. Esta técnica se reconoce por su eficacia desde su desarrollo en el siglo XX, y actualmente, es el principal recurso para frenar la expansión del parásito.
Producción y funcionamiento de la planta en Pacora
La planta de Pacora, gestionada por la Comisión Panamá–EE.UU. para la Erradicación y Prevención del Gusano Barrenador del Ganado (COPEG), ha incrementado su producción desde que en 2023 y 2024 los brotes volvieran a aparecer en México y otros países centroamericanos. Un equipo de especialistas trabaja en la cría, esterilización y liberación de los insectos, con la máxima bioseguridad.
En el proceso, las moscas fértiles se reproducen en condiciones controladas y sus huevos pasan a una dieta especial que simula el ambiente natural de una herida animal, basada en leche, huevo y hemoglobina en polvo. Tras varias etapas, las larvas se convierten en pupas, que luego reciben una dosis de irradiación específica para asegurar su esterilidad.
El último paso es la dispersión aérea. Desde el aeropuerto internacional de Tocumén, aviones cargados de moscas estériles parten hacia México y otras zonas afectadas, permitiendo que los machos estériles compitan por el apareamiento con las hembras silvestres y, de ese modo, cortar el avance de la plaga.
Impacto en la ganadería y vigilancia sanitaria
El GBG es una de las plagas más dañinas para el sector ganadero, ya que la larva de la mosca Cochliomyia hominivorax invade heridas en mamíferos, incluidos humanos, y puede causar severos daños e incluso la muerte si no se trata a tiempo. El método con moscas estériles permite reducir la incidencia de miasis y protege tanto al ganado como a las explotaciones agropecuarias.
En Puestos de control como el de Capira, los veterinarios inspeccionan cada mes miles de animales, revisando heridas y aplicando productos como Negasunt en caso de infestación. Los registros de 2024 y 2025 muestran que la detección de casos se ha reducido ligeramente, lo que señala una cierta mejora en el control y conciencia de los ganaderos sobre el riesgo de trasladar animales enfermos.
Además de la supervisión, la capacitación al sector ganadero resulta clave: muchos productores, formados por la COPEG, participan activamente en la identificación de síntomas, el envío de muestras y el tratamiento adecuado de lesiones.
Colaboración internacional y desafíos regionales
La dependencia internacional de esta única planta ha sido motivo de preocupación, especialmente para otros países de la región como Uruguay o Brasil, que temen quedarse sin acceso al material necesario para sus propios programas de erradicación debido a la alta demanda generada por los brotes recientes en México y Centroamérica. Los insectos voladores en la región también juegan un papel en la vigilancia y control de plagas similares.
Frente a esta situación, algunos países exploran alternativas, desde convenios con laboratorios que producen insectos estériles para otras plagas, hasta el desarrollo de moscas modificadas genéticamente. Por el momento, la coordinación internacional y el apoyo técnico resultan fundamentales para contener la expansión del gusano barrenador y sus consecuencias económicas.
En paralelo, la inversión en vigilancia sanitaria y control de fronteras se mantiene como otro pilar de la estrategia: Estados Unidos, por ejemplo, ha apostado por instaurar controles estrictos en su frontera sur y colaborar con México en la liberación masiva de moscas estériles mientras se repite la revisión de las restricciones comerciales.
La técnica de insectos estériles: eficacia y alcance
El método, conocido como Técnica del Insecto Estéril (TIE), consiste en la liberación sistemática de grandes cantidades de moscas estériles irradiadas para que, al cruzarse con hembras de la especie en libertad, eliminen la descendencia fértil, frenando así la multiplicación de la plaga.
Este mismo sistema se ha empleado con gran éxito en el control de otras especies invasoras, como las moscas de la fruta, y hoy es considerado el pilar de la erradicación del GBG tanto por la comunidad veterinaria como por las autoridades sanitarias.
Desde finales de 2024 hasta mayo de 2025, más de 885 millones de moscas estériles han sido liberadas en México desde los centros de dispersión de Chiapas, en una campaña sin precedentes para restablecer el comercio ganadero y reducir las pérdidas millonarias que supone el cierre de mercados internacionales.
