Los zorros son animales muy versátiles y adaptables, lo que les permite vivir en una variedad de hábitats. Pueden encontrarse en casi todos los continentes, excepto la Antártida. Los zorros viven en una variedad de entornos, desde bosques hasta praderas y desiertos. Están bien equipados para sobrevivir a temperaturas extremas y también pueden nadar con facilidad.
Los zorros se adaptan a su entorno construyendo madrigueras o refugios subterráneos para protegerse del frío o el calor extremo. Estas madrigueras también sirven como lugar seguro para criar crías. Los zorros también construyen guaridas alrededor de árboles caídos o rocas grandes, donde pueden refugiarse cuando están cansados o durmiendo durante el día.
Los zorros son cazadores nocturnos por naturaleza y pasan la mayor parte del día descansando o buscando comida por la noche. Durante la temporada de apareamiento, los machos buscan territorio adecuado para atraer a las hembras y defenderlo contra otros machos competidores. Una vez que se ha encontrado un compañero adecuado, los dos se quedarán juntos durante toda la temporada reproductiva hasta que las crías hayan crecido lo suficiente como para salir solas a buscar alimento por sí mismas.