- Las palomas pueden suponer riesgos para la salud pública en entornos urbanos por su acumulación y excrementos.
- Los excrementos de paloma deterioran superficies y propagan enfermedades.
- Se han desarrollado diferentes métodos para alejar o controlar la población de palomas, dando prioridad a los que no dañan al animal ni el entorno.
- El color rojo brillante se presenta como una alternativa eficaz para evitar la presencia de palomas en áreas concurridas y viviendas.
En las ciudades españolas, la convivencia con grandes grupos de palomas ha terminado por convertirse en un reto diario, especialmente en parques, terrazas de bares y espacios públicos donde la presencia de estas aves puede llegar a ser masiva y persistente. Aunque pueda parecer una estampa entrañable verlas revoloteando o acercarse para recoger migas de pan, la realidad es que la proliferación de palomas trae consigo preocupaciones relacionadas con la higiene y la salud pública.
El incremento descontrolado de colonias urbanas de palomas se ha reflejado en los problemas reportados por comerciantes y trabajadores en zonas céntricas de ciudades como Castellón, donde el contacto constante con estas aves repercute tanto en sus negocios como en la salubridad de los espacios donde operan. Las molestias no se limitan a la incomodidad de ver aves posadas en las mesas o revoloteando en busca de restos de comida: el asunto tiene importantes implicaciones para la salud y el bienestar general de la población.
Riesgos para la salud pública asociados a las palomas

Uno de los mayores riesgos está asociado a los excrementos de las palomas, que no solo resultan muy corrosivos para muchas superficies como mobiliario urbano, tejados y fachadas, sino que también pueden transmitir enfermedades. Entre las afecciones zoonóticas que pueden portar destacan diversas bacterias, hongos y parásitos, que encuentran en el guano de estas aves un caldo de cultivo ideal. Para entender mejor cómo prevenir estos riesgos, puede resultar útil consultar información sobre cómo cuidar a las palomas jóvenes en cuidados de palomas torcaz.
En contextos donde las palomas se asientan en gran número, las consecuencias para la salud pueden ser más severas, afectando tanto a trabajadores como a la ciudadanía que frecuenta esas zonas. Por ello, es esencial implementar planes integrales para reducir su presencia en áreas sensibles y evitar que se conviertan en un problema sanitario mayor.
Soluciones para el control de palomas en espacios urbanos

Durante años se han implementado diferentes métodos para tratar de alejar o disuadir a las palomas de las zonas afectadas. Entre estos recursos se encuentran técnicas tradicionales como los espantapájaros, redes de protección en fachadas y balcón, e incluso dispositivos ultrasónicos. Sin embargo, la efectividad de estos métodos varía y a menudo requiere mantenimiento continuo o resulta costosa tanto para particulares como para negocios afectados. Para conocer otras alternativas, también podemos explorar qué comen los halcones y cómo su presencia puede contribuir al control natural de las palomas.
Recientemente, estudios demuestran que los estímulos visuales, especialmente los colores, pueden influir en el comportamiento de las palomas y ofrecer un control efectivo y responsable de su presencia. La utilización de estos recursos puede ser una alternativa sencilla y duradera, sin causar daño físico ni estrés a las aves.
La eficacia del color rojo brillante para repeler palomas

Uno de los hallazgos más destacados es que el uso del color rojo brillante en áreas problemáticas puede disuadir a las palomas de acercarse. Estudios sobre la percepción visual de las aves indican que los colores muy vivos, en especial el rojo, les parecen antinaturales y peligrosos. Gracias a su visión tetracromática, estas aves detectan con intensidad colores y matices de la luz ultravioleta, lo que permite que perciban estos estímulos como señales de advertencia. Para profundizar en las características de estas aves, puede consultarse qué es la paloma torcaz.
La estrategia consiste en colocar objetos, señalizaciones o decorativos en colores rojos o muy vivos en las zonas donde la presencia de palomas genera molestias, como jardines, patios o locales comerciales. Sin recurrir a métodos invasivos ni dañinos para el entorno, se logra mantener la presencia de palomas bajo control y reducir los riesgos asociados a su proliferación.
El control de estas aves en zonas urbanas contribuye a la salud pública. Medidas simples, como el uso de colores disuasorios, representan una alternativa económica y efectiva que ayuda a mantener las ciudades limpias y seguras, protegiendo la actividad económica y la tranquilidad de los residentes.