No alimentes a las palomas: campañas, normas y sanciones

Última actualización: 6 octubre 2025
  • Campaña de Sadeco en Córdoba para frenar la alimentación incontrolada de palomas y mejorar la salubridad urbana.
  • Prohibido dejar residuos y dar comida en la vía pública: Policía Local velará por el cumplimiento y posibles multas.
  • Medidas de control: palomares, capturas, reubicación, uso limitado de halcones y pinchado de huevos.
  • Otras ciudades actúan: campañas informativas en Irun y sanciones en Gijón por alimentar a estas aves.

No alimentes a las palomas

La consigna es clara: no alimentes a las palomas. Varias ciudades han activado campañas para atajar una práctica que, aunque parezca inofensiva, agrava la superpoblación de palomas y sus efectos en la limpieza, la salud y el patrimonio urbano. En Córdoba, la empresa municipal Sadeco ha puesto en marcha una ofensiva informativa y de control para implicar a toda la ciudadanía en una convivencia más saludable.

El mensaje se apoya en normativa vigente: está prohibido dejar residuos orgánicos en la vía pública y dar de comer a estas aves contribuye a la acumulación de restos y a su proliferación. Educadores ambientales, inspectores municipales y la Policía Local trabajarán codo con codo para informar, corregir conductas y, si fuese necesario, sancionar a quienes insistan en alimentar a las palomas en la calle.

Campaña en Córdoba: «Convivencia responsable»

No alimentes a las palomas

Bajo el lema «No alimentes a las palomas, protege tu ciudad», Sadeco ha lanzado una campaña de proximidad para informar de que dar comida en la calle está prohibido y empeora la situación. La presidenta, Isabel Albás, subraya que la alimentación incontrolada es uno de los factores que más disparan el número de ejemplares y los problemas de convivencia.

La entidad recuerda que, conforme al artículo 8 de la Ordenanza de Higiene Urbana, arrojar o abandonar residuos orgánicos en la vía pública no está permitido. Sadeco no tiene capacidad sancionadora, pero colabora con la Policía Local para que los agentes tramiten multas cuando proceda, priorizando antes la información y la sensibilización directa con los vecinos.

Los equipos de educadores e inspectores se desplegarán allí donde la práctica de alimentar palomas es más habitual. Ya se han identificado zonas con especial presencia de personas que ofrecen comida a estas aves, y donde se registran también quejas por suciedad y molestias.

  • Parque Juan Carlos I (Ciudad Jardín)
  • Paseo de la Victoria y Jardines de la Agricultura
  • Huerta de la Reina y parque canino de Fray Albino
  • Plaza de Cañero, parque de la Asomadilla
  • Plaza Padres de Gracia y plaza de la Constancia

En la zona de Huerta de la Marquesa (entre los Olivos Borrachos y el Zoco), los vecinos denunciaron la aparición de ratas asociada a restos de comida para palomas. Sadeco detectó madrigueras en áreas ajardinadas, las valló junto a la iglesia Virgen del Camino y realiza seguimiento semanal, que por ahora mantiene la situación bajo control. Allí se ha identificado a dos alimentadores habituales que serán notificados del inicio de la campaña y de las consecuencias de persistir en esta conducta.

Por qué no dar de comer a las palomas

No alimentes a las palomas

Ofrecer pan o semillas en plazas y parques puede parecer un gesto amable, pero multiplica los focos de insalubridad, atrae roedores y deforma el comportamiento natural de las aves. La disponibilidad constante de comida artificial crea concentraciones anómalas y favorece sobrepoblaciones en entornos urbanos.

Expertos municipales recuerdan que una paloma necesita alrededor de 30 gramos de alimento diario, pero cuando hay oferta sobrada puede ingerir mucho más y atraer a otros animales, como ratas. Esta dinámica, además, añade presión sobre el patrimonio urbano por la acumulación de excrementos y nidos en edificios.

Medidas de control poblacional

No alimentes a las palomas

Córdoba avanza en un plan a cinco años, en colaboración con la Universidad de Córdoba (UCO), que contempla palomares de gestión, capturas y actuaciones selectivas. Sadeco anunció que la ciudad contará con siete palomares operativos, con un proyecto que se extenderá hasta 2028 e integrará, de forma muy controlada, el uso de halcones o búhos reales para ahuyentar y reducir poblaciones donde sea oportuno.

En lo que va de año ya se han capturado más de 2.000 ejemplares en los palomares del Jardín de la Agricultura y de Fray Albino. Estas aves se reubican en zonas sin sobrecarga o se destinan a programas de conservación como el del lince ibérico en cautividad. El objetivo es ordenar la presencia de palomas y minimizar daños sin perder de vista su bienestar.

El uso de aves rapaces tiene límites: la responsable veterinaria de Sadeco recuerda que no se pueden emplear halcones todo el año debido a la protección del cernícalo primilla en determinadas zonas. Por ello, estas acciones se reservan a espacios puntuales y periodos concretos, complementándose con la captura y el pinchado de huevos.

También se analizó la opción de un pienso esterilizador, pero se descartó porque podría afectar a otras especies urbanas como los gorriones. En paralelo, el plan incluye un servicio de atención vecinal para responder avisos y un seguimiento de focos, especialmente tras episodios de lluvias que desplazan roedores a zonas ajardinadas.

Vigilancia, sanciones y educación cívica

No alimentes a las palomas

La prioridad es pedagógica: se apuesta por informar de tú a tú y corregir in situ conductas con apoyo de educadores e inspectores. Si pese a todo persiste la infracción, la Policía Local podrá sancionar por incumplir la ordenanza (arrojar residuos orgánicos en la vía pública) y por alimentar fauna urbana fuera de lo permitido.

Las cuantías dependen del marco normativo de cada municipio. En Córdoba, la ordenanza remite a la legislación aplicable, con multas que pueden alcanzar varios cientos de euros según el tipo y gravedad. El principio general es claro: alimentar palomas está prohibido por razones de salud pública y protección del entorno urbano.

La experiencia de otras ciudades corrobora el enfoque. En Gijón, por ejemplo, un ciudadano fue sancionado con 300 euros por dar de comer a palomas en un parque, amparándose en la ordenanza municipal que prohíbe suministrar alimentos a animales vagabundos o abandonados, categoría en la que se incluyen las palomas comunes.

Otras ciudades también actúan

No alimentes a las palomas

El Ayuntamiento de Irun ha activado una campaña informativa ligada a su nueva ordenanza de bienestar animal con especial foco en la prohibición de alimentar animales urbanos, como patos y palomas. En una primera fase, auxiliares de la Policía Local explicarán riesgos y recordarán la norma, al tiempo que se actualiza el censo de palomas para calibrar medidas eficaces.

Responsables del área apuntan un problema extendido: en ciudades muy afectadas, las palomas llegan a disponer de mucho más alimento del que necesitan, lo que dispara su número y, de rebote, sobrealimenta a roedores. Por eso, el control de la comida disponible en la vía pública es una de las claves más respaldadas por los expertos.

Con información directa a pie de calle, vigilancia de las normas y un paquete de medidas técnicas que incluyen palomares, capturas, reubicaciones y acciones puntuales con rapaces, las ciudades buscan un equilibrio: menos residuos, menos ratas y menos daños sobre edificios, sin renunciar al respeto por la fauna urbana. La colaboración vecinal —no dar de comer a las palomas— es el primer paso para que la convivencia funcione.

Palomas
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