- Una familia de patos ha sido vista paseando por la arena de la playa de San Lorenzo, captando la atención de todos.
- La presencia de estos patos no es habitual en el arenal, donde normalmente se les ve cerca del río Piles.
- El grupo estaba liderado por la madre pato y sus crías, quienes incluso jugaron en la orilla con las olas.
- Esta aparición resalta la riqueza de la fauna local y la sorpresa que generan eventos inesperados en las playas urbanas.
En los últimos días, los visitantes de la playa de San Lorenzo en Gijón se han llevado una inesperada sorpresa: una familia de patos ha decidido pasear tranquilamente por la orilla, despertando la curiosidad y el asombro de bañistas y paseantes. La imagen de estos animales avanzando con paso sereno por la arena, liderados por la madre y seguidos de cerca por sus pequeños, se ha convertido en la escena más comentada de la jornada, especialmente entre los más pequeños y quienes no suelen relacionar las playas urbanas con este tipo de fauna.
A pesar de que las buenas temperaturas han animado a miles de personas a acudir estos días a la costa gijonesa, pocos esperaban encontrarse con este insólito espectáculo. Los patos, que normalmente prefieren las aguas y alrededores del río Piles o el parque Isabel la Católica, cruzaron el arenal a la altura de diferentes puntos del paseo marítimo, desde la Escalera 8 hasta la zona cercana a La Escalerona, en varias ocasiones tanto por la mañana como por la tarde.
Un paseo inesperado y la reacción de los bañistas
Según relatan testigos, la madre pato encabezaba el grupo, mostrando seguridad y decisión mientras sus crías la seguían a corta distancia. El momento que más llamó la atención fue cuando una ola alcanzó la orilla y algunos patitos se desplazaron suavemente con la corriente, para luego volver junto a su madre. La estampa, poco habitual en una playa urbana, robó sonrisas y generó numerosos comentarios entre los presentes.
Muchos niños se acercaron con cautela para observarlos de cerca, acompañados de sus padres, quienes aprovechaban para inmortalizar el momento con sus móviles. La presencia de aves en el arenal, aunque no es imposible de ver, sigue siendo un hecho poco corriente, lo que ha convertido sus apariciones en todo un acontecimiento local.
La convivencia de la fauna en la ciudad
En Gijón, los animales acuáticos están más habituados a zonas como el río Piles o el parque Isabel la Católica, donde se puede observar distintas especies de aves durante todo el año. Sin embargo, la presencia de patos en zonas playeras está siendo cada vez más visible, quizá favorecida por las obras de renaturalización que se están llevando a cabo en el entorno del río, mejorando el acceso y las condiciones naturales para estos animales.
La aparición de la familia de patos en la playa ha sido interpretada por muchos como una señal positiva sobre la salud ambiental de la zona y la capacidad de la fauna urbana para adaptarse y convivir con la actividad humana. Es importante recordar que mantener la distancia y no alimentar a los animales ayuda a preservar su bienestar y el equilibrio ecológico.
Otros fenómenos curiosos en la playa de San Lorenzo
La aparición de esta familia de patos no ha sido la única sorpresa para quienes disfrutan de la playa de San Lorenzo. Recientemente, también se han observado otros fenómenos naturales poco habituales, como la aparición de espuma flotando en el aire, además del avistamiento ocasional de delfines nadando cerca de la costa. Estos sucesos, sumados a la presencia de los patos, han hecho que los bañistas y residentes de Gijón puedan disfrutar de una playa que, además de ser un lugar de ocio, se convierte en escenario de curiosidades de la naturaleza local.
La convivencia entre la fauna silvestre y el entorno urbano, especialmente en espacios tan concurridos como la playa, demuestra que todavía es posible encontrar momentos de contacto con la naturaleza en plena ciudad. La presencia de la familia de patos en la playa ha dejado una agradable impresión y ha recordado a todos que, a veces, los protagonistas del verano llegan sin previo aviso y sorprenden a quienes saben mirar más allá de lo habitual.
