- El abandono de perros se incrementa en verano, agravándose durante las vacaciones.
- Campañas tanto municipales como de asociaciones buscan concienciar y ofrecer alternativas a los propietarios.
- La Ley de Bienestar Animal endurece las sanciones y responsabiliza a los ayuntamientos en la gestión.
- La adopción responsable y la colaboración ciudadana son claves para combatir el problema.
Con la llegada del verano, el abandono de perros y otros animales de compañía vuelve a situarse en el centro del debate social. El repunte en el número de casos durante los meses estivales es una tendencia que se mantiene año tras año. La búsqueda de ocio, los viajes y la ruptura de rutinas habituales hacen que algunos dueños recurran a soluciones poco responsables, dejando a sus mascotas a su suerte.
Frente a este fenómeno, distintas entidades públicas y privadas están redoblando sus esfuerzos mediante campañas de concienciación y ofreciendo alternativas a quienes no pueden hacerse cargo temporalmente de sus animales. Asociaciones, ayuntamientos y centros veterinarios insisten en la responsabilidad que implica convivir con un animal, recordando que existen opciones seguras y humanas frente al abandono.
Causas principales del abandono de perros
El abandono de perros tiene múltiples motivos, siendo la falta de planificación y las decisiones impulsivas algunos de los más comunes. En muchas ocasiones, coincidiendo con las vacaciones, las familias encuentran dificultades para organizar el cuidado de sus mascotas, lo que provoca que el 40% de los abandonos se concentre en verano, según datos recientes. Otros factores recurrentes incluyen problemas económicos, cambios laborales, enfermedades o la llegada de nuevos miembros al hogar.
Las protectoras y refugios señalan que la mayoría de los animales recogidos carecen de identificación, dificultando así su retorno a los hogares. Aunque la ley exige el microchip, muchas veces no se cumple esta normativa, aumentando la vulnerabilidad de los animales. También se observa que, aunque los abandonos en la vía pública han descendido, ahora son los propios propietarios quienes entregan a los perros en los refugios, citando incompatibilidades con su vida diaria.
Efectos del verano y medidas en marcha
Durante los meses estivales, también disminuyen las adopciones, ya que muchas familias prefieren esperar a después de las vacaciones para incorporar un nuevo miembro a su hogar. Este fenómeno agrava la saturación en los centros de acogida y dificulta la gestión de los animales rescatados.
Para contrarrestar la problemática, ayuntamientos como el de Lucena, Córdoba y Burgos han lanzado campañas de información y sensibilización a través de redes sociales, cartelería y actividades en colegios. El objetivo es advertir sobre las responsabilidades de tener un animal y promover alternativas como las residencias para mascotas o la búsqueda de casas de acogida temporales.
Algunas campañas municipales destacan la importancia de la colaboración ciudadana para denunciar situaciones de abandono o maltrato. En localidades como Las Palmas de Gran Canaria, la denuncia pública y la presión de asociaciones han promovido actuaciones para rescatar animales en condiciones extremas.
El papel de la Ley de Bienestar Animal y los ayuntamientos
La Ley de Bienestar Animal, en vigor desde septiembre de 2023, endurece las sanciones contra el abandono y obliga a los ayuntamientos a contar con servicios de recogida de animales las 24 horas. Las multas por infracciones pueden alcanzar cifras muy elevadas; además, los municipios deben adaptar sus contratos y protocolos para cumplir las nuevas exigencias, lo que implica inversiones adicionales y una mayor coordinación con asociaciones y centros veterinarios.
En comunidades como Andalucía, Madrid o Catalunya, las normativas autonómicas refuerzan el control de colonias felinas, la identificación obligatoria y la prohibición del sacrificio de animales sanos. Las entidades locales también están obligadas a promover la adopción y la tenencia responsable, ofreciendo asesoramiento y apoyo a quienes lo necesiten.
Adopción responsable y educación como solución
Frente al abandono, la mejor respuesta sigue siendo la adopción responsable. Antes de incorporar un animal al hogar, es fundamental valorar si la familia está preparada para asumir el compromiso a largo plazo. Las protectoras realizan cuestionarios y entrevistas para asegurar la idoneidad del adoptante y ajustan cada caso a las necesidades de la mascota.
La educación resulta clave para avanzar en el bienestar animal. Charlas en centros educativos, talleres y eventos solidarios —como mercadillos o vermús organizados por asociaciones— ayudan a sensibilizar a la ciudadanía y a recaudar fondos para el cuidado de los animales rescatados.
La sociedad española muestra una mayor concienciación sobre el problema del abandono, aunque aún queda mucho por hacer para que todos los perros encuentren una familia responsable y el abandono deje de ser visto como una opción, especialmente en vacaciones. Adoptar, informar y colaborar son pasos esenciales para marcar la diferencia en la vida de miles de animales cada año.
