¿Qué comen los perros?

Los perros necesitan una dieta variada y equilibrada

La mayoría de las personas con perros los alimentan con pienso, comida casera o restos. Generalmente se sabe que los canes son omnívoros, les gusta tanto comer carne como verduras o frutas. Es más: estos animales necesitan una dieta variada y equilibrada que les aporte todos los nutrientes necesarios para su bienestar. En este artículo vamos a responder a la gran pregunta que se hace mucha gente: ¿Qué comen los perros?

Para poder entender bien el texto, hay que saber diferenciar entre la alimentación y la nutrición. En el primer caso se trata de la ingestión de cualquier cosa que pueda servir como alimento. Respecto a la nutrición, se trata del proceso que asimila todo lo que se ha ingerido y que es necesario para un buen crecimiento, desarrollo, mantenimiento y funcionamiento del animal. Si te interesa saber cómo funciona el aparato digestivo de los perros y cuáles son los nutrientes necesarios para ellos, te recomiendo que sigas leyendo.

¿Qué comen los perros? – Aparato digestivo

Para saber qué comen los perros, es necesario conocer su biología

Para comprender cómo funcionan los perros a nivel biológico respecto a la alimentación, primero hay que conocer su aparato digestivo. Se trata de un conjunto de órganos diferentes destinados a cumplir las siguientes funciones: Digestión de los alimentos, absorción de los nutrientes y eliminación de desechos.

Tubo o tracto digestivo

Es aconsejable saber cómo digieren los que comen los perros. El tubo o tracto digestivo es un conjunto de órganos que comienza en la boca y acaba en el ano. Está formado por un total de tres capas. La más interna es la mucosa. En ella se encuentran glándulas secretoras de moco e incluso algunos nódulos linfoides. La capa que se encuentra en medio es la muscular. A lo largo de todo el tracto digestivo, el músculo es liso, excepto en el esófago, donde es estriado. El músculo liso es involuntario, se contrae para que el alimento pueda avanzar. Por último, la capa más externa es la serosa o adventicia. Está formado por tejido conectivo laxo. Básicamente sirve para fijar el tubo.

Comencemos por el inicio del tracto digestivo: La boca. En ella se encuentran los dientes, esenciales para poder masticar o desgarrar el alimento, glándulas salivares que producen saliva, y la lengua, que sujeta el alimento. De ahí, la comida ingerida pasa a la faringe y después al esófago, que es un tubo que la conecta con el estómago.

Al proceso en el que se lleva el alimento a la boca hasta el estómago se le denomina deglución. En cuanto a la comida ya triturada y con saliva, se le llama bolo. Para facilitar el movimiento de este bolo hasta el estómago, la mucosa del esófago produce moco. Además, para poder mover el alimento por este tubo existen contracciones musculares involuntarias y organizadas. Este proceso tiene el nombre de Peristaltismo. Sin embargo, antes de que el bolo pueda entrar en el estómago, tiene que abrirse el cardias. Se trata de un esfínter o anillo muscular que se encuentra al final del esófago que se abre únicamente para dejar pasar la comida. Además, con él se evita el reflujo gastroesofágico.

Los canes son omnívoros

Una vez que el alimento ha llegado al estómago, comienza la mayor parte de la digestión. Ahí, el bolo es amasado y alcalinizado. Además, se activa la pepsina que inicia la digestión de las proteínas. Después, el bolo pasa a ser quimo cuando llega al duodeno. Las funciones del estómago son pues reservar alimento para posibilitar las comidas espaciadas, regular el flujo de quimo que llega al intestino delgado e iniciar la digestión de las proteínas. Cuando el alimento entra en el duodeno, se junta con sustancias hepáticas y pancreáticas.

La digestión se sigue realizando en el intestino delgado. En él se sintetizan varias sustancias que ayudan a este proceso. En primero lugar está la disacaridasa, una enzima que ayuda a digerir disacáridos, como por ejemplo la lactosa. También sintetiza secretina, que aumenta la producción de jugo pancreático y bilis. Otra sustancia a destacar es la colecistoquinina, que contrae la vesícula biliar para ayudar a vaciarla. Además, es en el intestino delgado donde tiene lugar la absorción de nutrientes. Después, el quimo recorre el intestino grueso y acaba en el canal anal. En el intestino grueso se absorben el agua y los electrolitos. Además, se forman las heces con residuos no digeridos.

El conducto anal está delimitado por el esfínter anal externo e interno. Su función es la defecación, que generalmente es voluntaria, aunque en algunos casos como diarrea u otras alteraciones, el perro puede perder el control voluntario sobre su uso. Hay que destacar también las glándulas o sacos anales que se encuentran en esta parte del tracto digestivo. Segregan un lubricante para las heces que tiene un olor muy característico, con el que los canes son capaces de reconocerse entre sí.

Glándulas u órganos anejos

El buen funcionamiento locomotor depende de lo que comen los perros

En el aparato digestivo también se encuentran otros órganos o glándulas que secretan enzimas para la digestión química de lo que comen los perros. Las primeras aparecen en la boca: Las glándulas salivares. Ellas son las encargadas de producir saliva, que es un líquido de pH un poco ácido compuesto por agua, sales minerales y proteínas. Sirve para lubricar el bolo y ayuda a disolver los alimentos y percibir su sabor. Además, tanto los perros como otros animales tienen una respuesta gustativa. Comienzan a producir saliva cuando huelen, ven u oyen algo comestible.

También hay que destacar la función del páncreas. Es un órgano alargado que está enganchado al duodeno y al estómago. Su importancia es muy elevada, ya que se trata de la única glándula mixta del organismo. Tiene una función endocrina, es decir, hormonal, que segrega insulina y glucagón, y otra función exocrina, que crea el jugo pancreático. Este líquido está compuesto por varias sustancias que ayudan a la digestión. Una de ellas es el bicarbonato, cuya función es bajar la acidez del quimo. También crea proteasas para la digestión de proteínas. Otra sustancia segregada por el páncreas es la lipasa, que ayuda a digerir las grasas. Queda por destacar la amilasa, que sirve para los hidratos de carbono.

El hígado es otra glándula muy importante del aparato digestivo. Existen más de mil funciones que desempeña este órgano, pero se dividen en cuatro grupos:

  1. Metabolismo: Transforma los hidratos de carbono, las proteínas, los lípidos y los factores de coagulación.
  2. Almacén: Guarda las sustancias transformadas como el glucógeno, la albúmina, etc.
  3. Eliminación de sustancias liposolubles: las convierte en hidrosolubles.
  4. Detoxicación: Neutraliza fármacos, toxinas, etc.

Finalmente hablaremos de la vesícula biliar. En este órgano se produce la bilis que tiene varias funciones: mantener el pH del quimo, emulsionar grasas, estimular el peristaltismo y controlar la fermentación putrefacta de la flora intestinal.

¿Qué comen los perros? – Nutrición

Hay que tener en cuenta los nutrientes que lleva lo que comen los perros

Para poder saber qué comen los perros, es importante tener en cuenta los nutrientes que contienen los alimentos y cuáles de ellos son esenciales para los canes. Se pueden dividir en dos grupos: Micronutrientes, que serían vitaminas y minerales, y los macronutrientes, que incluyen proteínas, hidratos de carbono, grasas y agua.

Proteínas

Primero vamos a hablar de las famosas proteínas. Estas son necesarias para que se pueda producir un normal crecimiento y la reparación de los tejidos. Además, son los principales constituyentes de los tendones, pelo, músculos y anticuerpos. Las proteínas son moléculas grandes que están compuestas por 23 aminoácidos en total, y las de alto valor biológico están hechas mayoritariamente por aminoácidos esenciales.

Respecto a los aminoácidos esenciales, estos necesitan ser ingeridos ya que el cuerpo no los produce. En el caso de los perros, son una total de diez y cada una cumple una función importante:

  1. Arginina: Reduce los niveles de amonio en sangre.
  2. Metionina: Aporta azufre y otros compuestos para el metabolismo proteico y así para el crecimiento normal. Además, se trata de un compuesto lipotrópico, lo que significa que es desintoxicante y que ayuda al hígado a procesar las grasas.
  3. Triptófano: Este aminoácido interviene en la síntesis de serotonina y ayuda a controlar la ansiedad y la agresividad.
  4. Lisina: Mejora la absorción y el uso del calcio. También es necesaria para la síntesis de proteínas y el metabolismo de los carbohidratos y los ácidos grasos.
  5. Treonina: Se trata de un aminoácido glucogénico, es decir, puede transformarse en glucosa sanguínea y en glucógeno hepático. Es tanto desintoxicante como lipotrópico.
  6. Fenilalanina: Es la precursora de las catecolamina y la tirosina, una hormona del tiroides. Además, produce colágeno.
  7. Histidina: Este es un aminoácido semiesencial. Los perros adultos lo producen, los cachorros en cambio no. Es la precursora de la histamina, una sustancia que libera el sistema inmune cuando hay reacciones alérgicas.
  8. Leucina: Junto a la hormona de crecimiento, la leucina se encarga de la formación y reparación de tejidos.
  9. Isoleucina: Tiene la misma función que la leucina.
  10. Valina: Estimula el aumento de la masa muscular.

Las proteínas deben constituir un 20% del alimento de los perros

Existe un compuesto parecido a los aminoácidos, llamado L-Carnitina. Se encarga de transportar los ácidos grasos hacia las mitocondrias y para generar ATP, que almacenan energía, y reduce la fatiga muscular.

También hay que hablar de los aminoácidos no esenciales, es decir, aquellos que produce el cuerpo: Glutamato/glutamina, cisteína y tirosina. El cuerpo los utiliza como neurotransmisores y sustrato de los enterocitos. Además, participan en los procesos que requieren energía, como por ejemplo la inmunodeficiencia, cáncer, diarrea, etc.

La taurina es otro aminoácido que se encuentra únicamente en la carne. Se trata de un conjunto de metionina y cisteína. Para los gatos, este aminoácido es esencial, ya que sin él se podrían quedar ciegos. En cuanto a los perros, la taurina puede evitar problemas cardíacos.

Una deficiencia de proteínas puede llevar a pérdida de peso, deterioro del rendimiento reproductor y de la actividad física, menos producción de leche y un crecimiento reducido o retardado. Respecto a las proteínas que comen los perros, deben constituir un 20% del alimento. El exceso de las mismas no se almacena, si no que el cuerpo lo utiliza para obtener energía o lo transforma en glucógeno o lípidos para almacenarla. Por ello, es importante encontrar un equilibrio entre cantidad y calidad. Ingerir demasiada proteína puede dañar el riñón y acelerar el envejecimiento. En cuanto a la calidad de este nutriente, depende de la digestibilidad y la composición de los aminoácidos. Los cereales y los vegetales tienen un nivel más bajo de aminoácidos esenciales, a excepción de la soja.

Hidratos de carbono

Los hidratos de carbono son esenciales en la dieta de los perros

Debido a la evolución canina a nuestro lado y la comida comercial, un nutriente que comen los perros son los hidratos de carbono, o carbohidratos, que se han vuelto esenciales para ellos. Gracias a la fibra que contienen, influyen en el buen funcionamiento gastrointestinal. Se trata de unos nutrientes que aportan calorías y energía de forma rápida, pero el exceso de ellos se convierte en grasa. En cambio, un déficit de hidratos de carbono altera todas las funciones del organismo, sobre todo la del sistema nervioso. Curiosamente, no se pueden ingerir crudos, mientras que cocidos su digestibilidad aumenta. La principal fuente de hidratos de carbono son los cereales. Existen diferentes tipos de carbohidratos: Digestibles y no digestibles.

Los hidratos de carbono digestibles se transforman en energía y se encuentran en cereales como la avena o el maíz. Los perros toleran hasta un 50% de este tipo de carbohidratos en la dieta sin causar trastornos, por lo que pueden estar presentes en lo que comen los perros. Un hidrato de carbono digestible sería la lactosa. Aunque los perros adultos son intolerantes a la lactosa, los cachorros pueden digerirla de forma limitada, pero un exceso les podría provocar problemas digestivos. Otro carbohidrato digestible es el almidón. Para digerirlo es necesaria la producción de amilasa salival y amilasa pancreática. El almidón que mejor digieren los perros es el de la harina de avena. Actualmente, en los alimentos comerciales para canes, la digestibilidad está mejorada debido a la gelatinización.

En cuanto a los hidratos de carbono no digestibles, se trata básicamente de fibras. Estas dan una sensación de saciedad, facilitan el tránsito intestinal, estimulan el peristaltismo y contribuyen al equilibrio de la flora en el intestino grueso. Sin embargo, no son digeribles ni proporcionan energía. Un déficit de fibras puede causar estreñimiento y un cambio abrupto en su procedencia puede generar un desequilibrio pasajero que incluye diarrea y flatulencia. Por este motivo, si hay que cambiar el pienso del perro, es recomendable hacerlo poco a poco, mezclando el pienso nuevo con el pienso anterior durante unos días. Hay que tener mucho cuidado con el trigo, ya que la mayoría de perros son intolerantes.

Lípidos o grasas

El omega 6 es muy importante para mantener la piel y el pelo de los perros

Estos nutrientes son la mayor fuente de energía. Aportan del doble, pero tardan más tiempo en darla. Los lípidos se encuentran en tejidos vegetales pero sobre todo en animales. Mejoran la palatabilidad, la textura y la absorción de vitaminas liposolubles. Además, los ácidos grasos aportan el olor y el sabor del alimento, incrementando su apetencia. La grasa es el ingrediente más caro de la comida de perro y hay fábricas que añaden ácidos grasos esenciales para mejorar la piel y el pelo del animal. Existen dos grupos: el ácido linoleico y el ácido linolénico.

El primero es el precursor de los ácidos grasos de la familia «Omega 6». Se encuentra en aceites vegetales y en las grasas del pollo. El ácido linoleico es el más importante, ya que a partir de él se sintetizan el ácido araquidónico y linolénico. El omega 6 sintetiza prostaglandinas, se trata de unas hormonas que ayudan a mantener la salud de la piel y la calidad del pelo. Además, actúan en la función reproductora. Cuando hay una carencia de este lípido, se puede ver reducida la capacidad reproductora y se pueden dar alteraciones en la piel y en el pelo. Incluso puede haber anormalidades neonatales o incluso muerte.

Respecto al ácido linolénica, es el precursor de los ácidos grasos de la familia «Omega 3». Se encuentra sobre todo en vegetales, pero también en la grasa del pescado. Desempeña funciones a nivel metabólico en la permeabilidad de las membrana celulares, en el sistema nervioso, en el sistema inmunitario, en el sistema cardiovascular y en la reproducción. Además, tiene propiedades antiinflamatorias y antipruriginosas y puede formar glóbulos rojos y mejorar el estado de la piel y del pelo. Si no fuera poco, también mejora los resultados deportivos, la oxigenación cerebral y la capacidad de aprendizaje en perros jóvenes.

Un déficit de los ácidos grasos esenciales puede provocar piel seca, pelaje apagado y estado queratoseborreico. Además, el cuerpo comenzaría a utilizar las proteínas como fuente de energía, causando así un déficit proteico. Esto puede ocurrir por comida de mala calidad, sobrecalentamiento o mala asimilación del nutriente. En cambio, un exceso de lípidos puede llevar a obesidad y diarrea.

Agua

La necesidad hídrica de los canes es tres veces mayor que la necesidad de nutrientes

A parte de lo que comen los perros, es importante saber que el agua es un nutriente líquido y el más esencial de todos. Un perro puede pasar un máximo de tres días sin beber nada, la pérdida de un 10 al 15% de agua corporal provoca la muerte. La necesidad hídrica es tres veces mayor que la necesidad de nutrientes, por lo que siempre debemos dejar agua a disposición de nuestras mascotas. Las funciones de esta bebida son esenciales para la digestión, la absorción, la circulación sanguínea y linfática, el transporte de nutrientes, la lubricación del tejido y la regulación de la temperatura corporal. Lo mejor es darles a los perros agua fresca que no esté demasiado fría, para evitar contracciones intestinales y diarreas.

Minerales

Los minerales forman parte de los macronutrientes, los perros no necesitan mucha cantidad de estos. Participan en numerosos procesos enzimáticos y metabólicos. A continuación veréis una lista de los macrominerales necesarios para los canes:

  • Calcio: Para la formación de hueso y la contracción muscular. Se encuentra en la harina de hueso.
  • Fósforo: Para la formación de hueso y las neuronas. Se encuentra en la harina de hueso.
  • Magnesio: Para la formación de hueso. Se encuentra en la harina de hueso.
  • Sodio y potasio: Para el equilibrio hídrico. Se encuentran en la sal común y en la sal de potasio.
  • Hierro y cloro: Forman parte de los jugos gástricos. Se encuentran en las sales.

Vitaminas

Los canes necesitan un buen equilibrio entre cantidad y calidad del alimento

Finalmente quedan las famosas vitaminas. Estas son necesarias para que el metabolismo celular se lleve a cabo con éxito. Además, ayudan a mantener la piel, el pelaje, la vista, los huesos, etc. sanos. También las vitaminas se pueden dividir en dos grupos: las hidrosolubles y las liposolubles. Aquí tenéis una lista de todas las vitaminas, sus funciones y el grupo al que pertenecen:

  • Vitaminas B: Hidrosolubles. Participan en las reacciones enzimáticas.
  • Vitaminas C: Hidrosolubles. Ayudan a formar el colágeno y son sintetizadas por el perro. Además, se encuentran en frutas.
  • Vitaminas A: Liposolubles. Estimulan las defensas, la vista y la protección de mucosas. Se encuentran en el hígado y en el pescado.
  • Vitaminas D: Liposolubles. Ayudan a la absorción intestinal de calcio y su fijación en el hueso. Se encuentran en el hígado y en el pescado.
  • Vitaminas E: Liposolubles. Son antioxidantes y se encuentran en los cereales.
  • Vitaminas K: Liposolubles. Participan en la coagulación y se encuentran en el hígado y en el pescado.

Espero que este artículo os haya ayudado a entender lo que comen los perros desde un punto de vista más biológico. Comprender su sistema digestivo y sus necesidades nutricionales nos puede ayudar mucho a la hora de buscarles la comida ideal y así ayudar a mantenerlos sanos.

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