El aumento de ratas en las ciudades, vinculado a las obras públicas y a la falta de mantenimiento

Última actualización: 19 junio 2025
  • Las obras urbanas suelen provocar el desplazamiento de colonias de ratas a la superficie.
  • Vecinos de varias ciudades denuncian una plaga que afecta a barrios residenciales y céntricos.
  • Los ayuntamientos aplican campañas de desratización, aunque reconocen que la erradicación es complicada.
  • Se recomienda tomar medidas sencillas para evitar la proliferación: sellar grietas, no dejar basura y recoger restos de comida.

Ratas en ciudades por obras públicas

El avistamiento de ratas en calles, jardines y parques urbanos es cada vez más frecuente. En los últimos meses, distintas ciudades han visto cómo aumenta la presencia de estos roedores, un fenómeno que preocupa tanto a los vecinos como a las autoridades responsables de la gestión urbana. La presencia, lejos de ser anecdótica, evidencia una problemática ligada a las obras públicas y los cambios en el entorno urbano, así como a la falta de mantenimiento en determinadas zonas.

El problema de las ratas en las ciudades no es nuevo, pero se agrava en momentos de obras de cierta envergadura. Cada vez que se excava, se retira tierra o se manipulan infraestructuras subterráneas, las colonias de roedores se ven forzadas a cambiar de refugio, apareciendo en superficie y generando alarma social.

Obras públicas y migración de ratas: ¿por qué salen a la luz?

Ratas desplazadas en ciudades

Las vibraciones y el movimiento de tierras de las obras suelen perturbar los hábitats subterráneos de las ratas. Esto provoca que busquen nuevas madrigueras y, en muchos casos, terminen deambulando por calles y jardines. Es frecuente, por ejemplo, que durante la rehabilitación de alcantarillas, obras en parques o renovaciones de infraestructuras, los vecinos de barrios próximos comiencen a observar ratas a plena luz del día.

Testimonios como el de Lorena, residente en Logroño, ponen rostro a la preocupación ciudadana: “Ves grupos de ratas por la noche y entiendes que hay un problema serio de salud pública”. En Ponferrada, las asociaciones vecinales han alertado sobre el aumento de avistamientos de roedores tras el inicio de varias obras en la ciudad, señalando, además, la falta de limpieza y desbroce como agravante.

Desde los ayuntamientos se reconoce que las campañas de desratización y control de plagas son continuas pero insuficientes para erradicar del todo el problema. Como apunta Jesús López, responsable municipal del área de Medio Ambiente en Logroño, estos animales tienen una gran habilidad para sobrevivir y adaptarse, por lo que el objetivo es mantenerlos bajo control, pero nunca desaparecerán por completo del entorno urbano.

Barrios afectados, quejas vecinales y gestión municipal

Ratas y quejas vecinales en ciudades

Las protestas ciudadanas se han multiplicado especialmente en zonas céntricas y residenciales donde las obras coinciden con una mayor presencia de ratas. En barrios de ciudades como Logroño, Ponferrada o Lloret de Mar, los vecinos han relatado cómo grupos de estos roedores campan a sus anchas, incluso en horario diurno, y denuncian la falta de respuesta efectiva por parte de las administraciones.

Las asociaciones vecinales reclaman planes integrales de limpieza, desbroce de solares, renovación de infraestructuras y una mejor comunicación institucional. Además, critican que los compromisos para mantener reuniones periódicas con los responsables municipales no siempre se cumplen, lo que genera desconfianza y sensación de abandono.

Por su parte, los ayuntamientos insisten en que los protocolos de desratización incluyen la aplicación de venenos en alcantarillas, arquetas y espacios públicos, así como campañas específicas en caso de plaga descontrolada. Sin embargo, reconocen que los esfuerzos de control deben combinarse con la colaboración ciudadana y una adecuada planificación de las obras públicas.

Cómo entran y se instalan las ratas en el entorno urbano

El hábitat de las ratas en las ciudades es muy variado: desde alcantarillas y sistemas de saneamiento hasta solares abandonados, patios y jardines con restos de comida. La especie más común, Rattus norvegicus, es especialmente adaptable y prolífica: puede alcanzar pesos de hasta 580 gramos y vivir entre dos y tres años, con una tasa de reproducción exponencial si se dan las condiciones adecuadas.

Estos roedores tienen una asombrosa capacidad para colarse en viviendas y locales, generalmente a través de grietas estructurales, huecos en paredes, falsos techos, suelos y tuberías. Por ello, se recomienda sellar cualquier orificio accesible y estar atentos a señales como orines, mordeduras o deposiciones.

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Métodos de control y convivencia urbana: ¿qué se puede hacer?

Las técnicas más utilizadas para limitar la proliferación de ratas en entornos urbanos incluyen venenos anticoagulantes, estaciones de cebo y trampas de jaula. En la actualidad, estos métodos se combinan con campañas informativas que inciden en la prevención, como no dejar basura ni restos de comida en la vía pública, recoger frutas y semillas caídas en jardines y evitar alimentar a otros animales en la calle.

Los expertos explican que las ratas son animales muy sociales y organizados: reparten tareas, exploran en busca de alimento y desconfían de nuevos cebos o trampas. De ahí que los venenos sean de efecto retardado, para evitar que asocien la muerte de un miembro del grupo con la ingesta del cebo.

  • Sellar grietas y agujeros estructurales con materiales resistentes
  • Evitar el abandono de residuos y restos de comida al aire libre
  • No alimentar animales callejeros en exceso
  • Comunicar rápidamente la presencia de ratas a los servicios municipales

Ante plagas persistentes, es fundamental combinar los esfuerzos institucionales con la colaboración ciudadana, promoviendo la información y la responsabilidad compartida.

El control de la proliferación de ratas en las ciudades requiere la implementación de múltiples estrategias, incluyendo campañas de desratización, mejoras en la limpieza urbana y una mayor implicación de los vecinos en la prevención. La convivencia con este tipo de fauna será inevitable en muchas ocasiones, pero si se actúa con previsión y colaboración, es posible mantenerla bajo control.