- Aumenta la presencia de ratas en verano en diversas localidades por el calor y la acumulación de residuos.
- Ayuntamientos como Almassora y Ferrol intensifican los tratamientos de desratización y desinsectación.
- La colaboración vecinal y empresarial resulta clave para frenar las plagas y mantener la salubridad urbana.
- Las ratas aprovechan alcantarillas, zonas verdes y residuos urbanos como focos de reproducción y expansión.

Con la llegada de los meses más cálidos, diversos municipios españoles enfrentan un notable incremento en la presencia de ratas en sus calles y espacios públicos. Este fenómeno se repite cada año, pero en 2025 algunos ayuntamientos se han visto especialmente obligados a reforzar los controles y tratamientos debido al auge de quejas vecinales y al temor de que la situación se descontrole.
Las altas temperaturas y el aumento de la actividad humana al aire libre favorecen la proliferación de estos roedores, que encuentran en los residuos orgánicos y las infraestructuras urbanas un hábitat ideal para reproducirse rápidamente.
Refuerzo de medidas municipales ante la proliferación de ratas
En ciudades como Almassora y Ferrol, los ayuntamientos han optado por intensificar los tratamientos de desratización durante la temporada estival. En Almassora, además de los trabajos en el centro urbano, se han extendido las actuaciones a la zona de la playa para garantizar el control en todo el municipio, especialmente tras un tratamiento preventivo realizado en mayo que no ha logrado frenar totalmente la escalada de la plaga.
Por su parte, Ferrol ha centrado los esfuerzos en áreas históricas como A Magdalena y barrios como Esteiro, respondiendo así a las múltiples denuncias de los vecinos. Las quejas ciudadanas se han multiplicado en torno a contenedores de residuos y alcantarillas, donde se ha detectado una mayor actividad de roedores con la llegada del calor.
Aunque la intervención municipal es clave, las autoridades insisten en la responsabilidad compartida. Se anima a los ciudadanos y comunidades de vecinos a realizar tratamientos de desratización y desinsectación en propiedades privadas, patios y zonas comunes, incrementando así la eficacia de los tratamientos públicos.
Factores que favorecen la expansión de la plaga
En la mayoría de los casos, el aumento de ratas se asocia a factores como la acumulación de residuos orgánicos y la falta de higiene en espacios urbanos. Zonas ajardinadas, calles con alto tránsito y entornos próximos a canales o arroyos suponen focos habituales donde las plagas encuentran refugio y alimento.
Vecinos y comerciantes de municipios afectados han reportado que las ratas suelen salir de las alcantarillas atraídas por los restos de basura o incluso invaden patios de colegios y otras instalaciones muy transitadas, lo que incrementa la preocupación general por la salud pública.
Otro elemento que contribuye a la expansión de los roedores es la modificación de entornos naturales y urbanos. Actuaciones como la revegetación de canales han tenido efectos colaterales, permitiendo la proliferación no sólo de ratas, sino también de otras especies no deseadas.
Colaboración ciudadana y prevención en verano
Desde los consistorios se recuerda que, tras las labores de desinfección y limpieza, es habitual que los animales huyan momentáneamente a la superficie antes de reubicarse o ser eliminados. Por eso, resulta fundamental que vecinos y empresas tomen medidas preventivas en sus entornos privados, sellando accesos a sótanos y trasteros, y evitando la acumulación de comida y residuos en lugares accesibles.
En algunos casos, los municipios complementan los tratamientos con campañas informativas y charlas dirigidas tanto a adultos como a escolares, incidiendo en la importancia de mantener la limpieza y una correcta gestión de los residuos domésticos. Además, se recuerda la relevancia de informar rápidamente a las autoridades en caso de observar focos de infestación.
Algunos ayuntamientos también aprovechan para ampliar programas de control de otras plagas asociadas al verano, como mosquitos, e insisten en la necesidad de que la colaboración sea colectiva para que los resultados sean realmente efectivos.
El inicio del verano suele marcar el inicio de la temporada crítica para la proliferación de ratas, pero la experiencia demuestra que la coordinación entre administraciones, vecinos y el sector comercial es esencial para frenar la expansión y evitar problemas mayores de salubridad y convivencia.
