El regreso del rinoceronte blanco a Zimbabue: un hito para la conservación

Última actualización: 24 junio 2025
  • El rinoceronte blanco vuelve a Zimbabue tras haber estado extinguido casi un siglo en la región.
  • El Parque Nacional de Gonarezhou es el escenario del proyecto de reintroducción y seguimiento intensivo.
  • La iniciativa cuenta con la colaboración de asociaciones de conservación y expertos internacionales.
  • El plan busca asegurar una población viable y el futuro de la especie mediante protección y monitoreo continuo.

Rinocerontes en Zimbabue

El rinoceronte blanco vuelve a caminar por tierras de Zimbabue tras décadas de ausencia, marcando un paso esperanzador dentro de los esfuerzos internacionales por la conservación de especies amenazadas. Esta reintroducción representa un logro relevante tanto para los expertos en vida salvaje como para las organizaciones implicadas en la recuperación de la biodiversidad africana, especialmente después de que la especie desapareciera casi por completo del país durante el siglo XX.

El Parque Nacional de Gonarezhou, situado en el sudoeste de Zimbabue, ha sido el lugar elegido para devolver al rinoceronte blanco a un entorno donde no se registraba una población estable desde principios del siglo pasado. El último avistamiento confirmado en la región data de 1992, subrayando la magnitud de este proyecto que ha sido posible gracias a una amplia colaboración entre entidades locales e internacionales.

Un proyecto de reintroducción cuidadosamente planificado

La idea de recuperar la presencia del rinoceronte blanco en Gonarezhou comenzó a gestarse en 2023, aprovechando la experiencia previa de reintroducción de rinocerontes negros en 2021. Se llevaron a cabo estudios de viabilidad para asegurar que el hábitat fuese adecuado, y se diseñó una estrategia que contemplaba desde la selección de los ejemplares, hasta los protocolos de transporte y aclimatación.

La elección de los animales destinados a formar parte de la nueva población se realizó teniendo en cuenta factores como la edad, el sexo y la composición social. Además, se consideró la localización de cada rinoceronte, priorizando su bienestar durante todo el proceso de traslado e integración.

Los primeros pasos se dieron con la liberación de los animales en corrales de aclimatación, donde pudieron adaptarse a su nuevo entorno antes de su posterior traslado definitivo a los espacios abiertos del Parque Nacional. Actualmente, estos rinocerontes reciben un seguimiento intensivo para monitorear sus movimientos y asegurar su adaptación al medio.

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Colaboración internacional para asegurar el futuro

El proyecto ha sido posible gracias a la acción conjunta de organizaciones de conservación, lideradas por la Autoridad de Gestión de Parques y Vida Silvestre de Zimbabue y la Sociedad Zoológica de Frankfurt. A ellas se han sumado entidades como Gonarezhou Conservation Trust y otros colaboradores, proporcionando recursos logísticos, técnicos y científicos.

Veterinarios, cuidadores y expertos independientes han estado implicados directamente en el seguimiento y en la protección de los rinocerontes, asegurando que el proceso se lleve a cabo con todas las garantías. El objetivo prioritario es no solo recuperar la especie en la región, sino también establecer una población viable y resistente a futuro.

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Esta estrategia de conservación se apoya en sistemas de monitoreo continuos y en iniciativas de colaboración con comunidades locales y otros socios, una pieza clave para mantener la seguridad y minimizar riesgos como la caza furtiva.

Importancia y retos del proyecto

El restablecimiento del rinoceronte blanco en Zimbabue no responde únicamente a una cuestión simbólica. La presencia de estos grandes herbívoros tiene un valor incalculable para el equilibrio del ecosistema, contribuyendo a la dispersión de semillas y al mantenimiento de la vegetación, lo que favorece indirectamente a otras especies.

Entre los retos a los que se enfrenta el proyecto destaca la protección frente a amenazas como el tráfico ilegal y la pérdida de hábitat. Por este motivo, las autoridades y organizaciones implicadas han remarcado la necesidad de garantizar la vigilancia, el control y el apoyo técnico y científico constante para lograr que la población de rinocerontes blancos prospere de forma sostenible.

Desde mediados del siglo XX, diversas iniciativas de reintroducción han tratado de devolver al rinoceronte blanco a su rango histórico, especialmente en países como Sudáfrica y ahora, tras muchos años de ausencia, en Zimbabue. En el caso concreto del Parque Nacional de Gonarezhou, nunca se había logrado consolidar una población estable hasta este momento.

El último registro de una población viable en la zona data de comienzos del siglo XX. La reaparición de la especie en el parque, tras tanto tiempo extinta localmente, demuestra el impacto positivo que pueden tener las acciones coordinadas para proteger la vida salvaje y la importancia de mantener los esfuerzos a largo plazo.

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