Nuevas estrategias para proteger a los rinocerontes: ciencia y debate en Sudáfrica

Última actualización: 1 agosto 2025
  • Sudáfrica inyecta isótopos radiactivos en cuernos de rinoceronte para frenar el tráfico ilegal.
  • Descornar los rinocerontes reduce la caza furtiva pero genera debate entre expertos y activistas.
  • Ambas medidas son temporales y parte de un plan más amplio para proteger a la especie.
  • La población mundial de rinocerontes ha caído en las últimas décadas por la demanda de sus cuernos en el mercado negro.

rinocerontes en Sudáfrica

En los últimos años, la situación de los rinocerontes ha pasado a centrar la atención internacional debido a la alarmante caída de su población y a los esfuerzos cada vez más innovadores para garantizar su supervivencia. Conscientes de la amenaza que representa la caza furtiva, científicos y autoridades sudafricanas están impulsando nuevas tácticas para disuadir a los traficantes y proteger a estos animales emblemáticos de África, cuyos cuernos siguen siendo codiciados en el mercado negro.

La caza furtiva ha diezmado la cantidad de rinocerontes en todo el planeta. A principios del siglo XX, se contaban cerca de 500.000 ejemplares; hoy, apenas quedan unos 27.000. El aumento de la demanda de sus cuernos, sobre todo en países asiáticos donde se les atribuyen propiedades medicinales sin respaldo científico, ha puesto a la especie contra las cuerdas.

Isótopos radiactivos: una defensa innovadora

rinoceronte y conservación

Frente a este escenario, Sudáfrica ha decidido poner en marcha una estrategia pionera: la inyección de isótopos radiactivos en los cuernos de los rinocerontes. El objetivo no es dañar a los animales, sino hacer que los cuernos sean detectables en los sistemas de seguridad de aeropuertos, puertos y otros puntos de paso fronterizo gracias a los monitores de radiación.

Esta medida está siendo desarrollada por la Universidad de Witwatersrand junto a autoridades del sector nuclear y entidades conservacionistas. Según el equipo responsable, los niveles de radiación seleccionados no representan ningún peligro para la salud de los rinocerontes ni del medio ambiente. James Larkin, líder científico del conocido como Proyecto Rhisotope, asegura que las pruebas realizadas han sido concluyentes, confirmando la seguridad y eficacia del procedimiento: incluso con dosis inferiores a las que se han aplicado en la práctica, los detectores de radiación en aduanas han respondido con éxito ante el paso de los cuernos tratados.

La técnica consiste en sedar a los animales e insertar pequeños chips radiactivos en sus cuernos. De este modo, se dificulta el tráfico ilegal, ya que los cuernos se vuelven fácilmente localizables y, además, su manipulación implica riesgos para quienes intenten extraerlos, aunque estos sean mínimos para los propios animales.

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El descorne: una solución polémica pero efectiva

descorne de rinocerontes

Además del uso de la radiactividad, otro método extendido en la lucha contra la caza furtiva es el descorne periódico. Se trata de cortar los cuernos bajo anestesia de manera regular para reducir el atractivo de los animales a los cazadores furtivos.

Un reciente estudio encabezado por el investigador sudafricano Tim Kuiper y publicado en la revista Science ha analizado los resultados de este enfoque en más de 2.000 casos durante seis años en reservas del norte de Sudáfrica. Los datos demuestran que donde se aplica el descorne, los ataques de furtivos se han reducido en torno al 78%. El procedimiento, aunque invasivo, implica un impacto leve sobre la salud de los rinocerontes y no afecta su reproducción ni aumenta la mortalidad de los ejemplares tratados, según ha explicado la investigadora Vanessa Duthe.

A pesar de los resultados positivos, la práctica genera un importante debate ético y conservacionista. El cuerno de los rinocerontes cumple funciones esenciales para el animal: sirve para defenderse, delimitar su territorio, competir con otros individuos y, en ocasiones, para encontrar alimento. Los expertos advierten de que el descorne es solo una solución temporal mientras no se aborden las causas profundas de la caza furtiva.

Hacia una respuesta global e integral

protección rinocerontes

La combinación de nuevas tecnologías y estrategias tradicionales es, según los expertos, la vía más realista para frenar el deterioro de la población de rinocerontes. El propio Tim Kuiper subraya que ni la radiactividad ni el descorne son suficientes por sí mismos, y que lo más eficaz es aunar esfuerzos en diferentes frentes: reforzar las leyes, mejorar el equipamiento de los guardabosques, usar vigilancia tecnológica avanzada y favorecer la cooperación internacional.

Sudáfrica, que posee la mayor concentración mundial de rinocerontes, afronta cada año la pérdida de unos 500 animales a manos de los cazadores furtivos. Iniciativas como el Proyecto Rhisotope suponen un soplo de aire fresco y una oportunidad de repensar la protección de la especie, abriendo la puerta al uso de herramientas científicas frente a viejos problemas.

Con el paso del tiempo, la esperanza es que la suma de medidas innovadoras, gestión responsable y cooperación global marque la diferencia en la lucha contra la extinción del rinoceronte y permita que futuras generaciones puedan seguir admirando a estos animales en su hábitat natural.

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