- Sapo Kambo: Se incautan por primera vez en Argentina drogas elaboradas con veneno de este batracio amazónico.
- El veneno de sapo Kambo contiene péptidos bioactivos con potentes efectos físicos y alucinógenos.
- Operativo policial: Nueve detenidos en una red que fabricaba narcóticos con ingredientes animales y vegetales.
- El auge de rituales y fiestas clandestinas con sustancias extraídas de sapos, hongos y cactus ha puesto en alerta a las autoridades.

En los últimos meses, el nombre del sapó Kambo ha saltado a la actualidad informativa argentina por una razón alarmante: la aparición de una organización dedicada a la fabricación y comercialización de drogas a partir de toxinas extraídas directamente de la piel de este anfibio. Este sapo, originario del Amazonas y Perú, ha sido tradicionalmente empleado en rituales indígenas para la purificación física y espiritual, pero su uso en ambientes festivos y clandestinos es una tendencia reciente que preocupa a expertos y autoridades.
Tras una investigación de medio año, fuerzas de seguridad argentinas desmantelaron una banda que preparaba dosis para su venta en fiestas privadas del conurbano bonaerense. El operativo, bautizado como “Kambo”, se saldó con la detención de nueve personas, entre ellas un conocido DJ, e importantes incautaciones de veneno de sapo, así como otros narcóticos de origen vegetal como cactus y distintos tipos de hongos psicoactivos.
¿Qué es el Kambo y por qué genera preocupación?
El Kambo es la secreción que produce la piel del sapo Phyllomedusa bicolor. Según explicó el investigador Vittorio Erspamer de la Universidad de Roma, este líquido es una mezcla química compleja compuesta por docenas de péptidos bioactivos. Entre sus efectos, provoca alucinaciones, un fuerte incremento de la resistencia física y sensaciones extremas, aunque no está exenta de riesgos graves para la salud, especialmente por sus potentes acciones sobre el sistema digestivo y cardiovascular, como la caída brusca de tensión arterial y taquicardias.
Para muchos adeptos a estos rituales amazónicos, el Kambo es visto como un remedio casi mágico que supuestamente ayuda a depurar el cuerpo y aumentar la capacidad de soportar dolor o estrés. Sin embargo, la ciencia aún no avala la seguridad de su aplicación, y en la mayoría de países no está permitida su comercialización con fines recreativos.
De tradición ancestral a fenómeno clandestino
La utilización de sustancias extraídas de sapos, cactus o hongos no es una novedad absoluta: ya en distintas culturas indígenas formaba parte del acervo para ceremonias de trance y curación. Pero la reinvención de estos usos en fiestas clandestinas urbanas constituye un fenómeno reciente. Según detallaron las autoridades, la droga se encontraba ya preparada en dosis para ser inyectadas, lo que aumenta los riesgos para quienes la consumen.
El veneno de sapo contiene, entre otros compuestos, phylokinina y philomedusina (que dilatan los vasos sanguíneos y facilitan el paso de otras sustancias al cerebro), así como ceruleina, responsable de efectos intensos sobre la presión arterial y el ritmo cardíaco. Todo esto se traduce en una experiencia física muy intensa, que puede llegar a ser peligrosa y provocar reacciones adversas imprevisibles.
Reacción de las autoridades y contexto legal
La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, calificó este decomiso como el primero de su tipo en Argentina y advirtió sobre la entrada de rituales amazónicos a circuitos festivos con claras intenciones comerciales. Junto al Kambo, la policía incautó dimetiltriptamina (DMT), diferentes hongos psilocíbicos y peyote, todos ellos ilegales según la normativa nacional sobre precursores químicos y drogas de diseño.
El auge de este tipo de sustancias ha seguido el ritmo de las redes sociales, donde se promocionan fiestas privadas y retiros espirituales con experiencias “shamanicas” o “alucinógenas”. El peligro, advierten expertos, es que el consumo sin control profesional puede derivar en intoxicaciones agudas, alteraciones mentales y daños físicos severos.
Actualmente, la justicia investiga si existían redes de distribución internacional o si se trataba de un fenómeno local, aunque la popularidad creciente del Kambo y otras sustancias similares fuera del ámbito tradicional ha puesto en alerta a las autoridades sanitarias de varios países.
Los últimos años han visto un notable aumento en la búsqueda de experiencias extremas y “naturales” entre ciertos sectores sociales, pero la evidencia científica indica que el riesgo es elevado y las consecuencias muchas veces imprevisibles.
La presencia del sapo Kambo en estos contextos refleja la tensión entre lo ancestral y lo contemporáneo, evidenciando cómo la búsqueda de experiencias místicas puede llevar a situaciones peligrosas si no se cuenta con la orientación adecuada y la regulación necesaria.