- Dos pitones exóticas de la especie Python curtus fueron recuperadas en Mendoza tras su ingreso ilegal desde Chile.
- Los ejemplares, deshidratados y sin documentación, fueron hallados en bolsas dentro de un coche durante un control fronterizo.
- Las pitones, que requieren condiciones muy estrictas para sobrevivir en cautiverio, fueron trasladadas a un serpentario especializado.
- El comercio y tenencia de fauna silvestre exótica sin permisos constituye un delito con graves sanciones legales.

El tráfico y la tenencia en cautividad de serpientes exóticas vuelve a estar en el centro de la polémica tras el reciente rescate de dos ejemplares en Mendoza que habían sido introducidos ilegalmente desde Chile. Este tipo de sucesos reabre el debate sobre los riesgos, el bienestar animal y el impacto ambiental que conlleva la tenencia de reptiles provenientes de hábitats lejanos.
Durante un control de rutina en el paso fronterizo de Los Árboles, agentes de Gendarmería Nacional incautaron dos serpientes de la especie Python curtus, conocidas como pitones de cola corta. Los animales viajaban dentro de bolsas plásticas, ocultos en el interior de un automóvil. El estado en el que se encontraron era preocupante: los dos ejemplares, un macho y una hembra juveniles, presentaban signos de deshidratación y bajo peso, sin contar con ningún tipo de permiso ni certificado veterinario que avalase su traslado.
Características de la pitón de cola corta
La Python curtus es una serpiente originaria del sudeste asiático, célebre por su aspecto robusto, su color marrón oscuro mezclado con manchas amarillas y su longitud, que puede superar el metro y medio. Aunque no es una especie venenosa, su manejo no se recomienda a personas sin experiencia debido a sus necesidades muy específicas de temperatura, humedad y exposición a luz ultravioleta, elementos esenciales para su supervivencia en cautiverio. Para evitar complicaciones, es recomendable consultar aspectos sobre su cuidado en artículos especializados, como el de diferencias entre serpientes y víboras.
Estos reptiles suelen capturar la atención de aficionados a los animales exóticos por su apariencia y rareza, lo que favorece su comercialización en mercados ilegales. Sin embargo, la adaptación al cautiverio suele ser muy complicada y los índices de mortalidad entre los ejemplares traficados son alarmantemente altos, ya que las condiciones idóneas para su bienestar rara vez se cumplen fuera de su hábitat natural.
Operativo de rescate y cuidados veterinarios
Tras el hallazgo, el Departamento de Fauna Silvestre del Ministerio de Energía y Ambiente de Mendoza tomó cartas en el asunto. Las pitones fueron trasladadas inmediatamente al Serpentario del Centro Anaconda, donde veterinarios especializados iniciaron su proceso de estabilización y recuperación. El equipo destacó que llegar en bolsas plásticas, sin ventilación ni control térmico, agravó notablemente su estado de salud.
Peligros y prohibiciones del tráfico de animales exóticos
La tenencia, traslado y comercialización de especies exóticas como la Python curtus está estrictamente prohibida por las normativas argentinas y la mayoría de legislaciones internacionales. El comercio de reptiles exóticos, aunque rentable en el mercado negro, constituye un delito grave que puede acarrear multas elevadas e incluso prisión.
Gracias a la coordinación y rapidez en el rescate, las serpientes tienen ahora una oportunidad de sobrevivir bajo el cuidado de expertos y se refuerza el mensaje sobre la importancia de cumplir la ley en materia de protección animal.
