Todo el mundo sabe lo que es un murciélago y lo relaciona automáticamente con vampiros y Drácula debido a su reputación de chupasangres. No obstante, mucha gente desconoce que este mamífero volador tiene diferentes géneros y especies, de las cuales la mayoría se alimenta sobre todo de diferentes frutas e insectos. El murciélago cabeza de martillo es uno de ellos.
El nombre científico de este animal es Hypsignathus monstrosus. Se trata de una especie perteneciente a los murciélagos megaquirópteros de la familia Pteropodidae. A parte de ser la única especie dentro de su género, el murciélago cabeza de martillo también es el murciélago más grande que existe en África. A día de hoy se encuentra en estado de conservación. Esta especie está en peligro de extinción debido a la destrucción de su hábitat y la caza del ser humando para su consumo.
Morfología del murciélago cabeza de martillo
Este mamífero volador está emparentado con los murciélagos grandes. A diferencia de estos, posee una cabeza parecida a la del caballo, otorgándole un aspecto único de entre todos sus parientes. Además, posee una función vocal destacable. El macho adulto de esta especie tiene dos cavidades que se unen con la boca y es capaz de hincharlas a voluntad. La laringe de este animal es la mitad de larga que su columna vertebral. Debido a su tamaño, ocupa la cavidad pectoral de este murciélago, desplazando así los pulmones y el corazón.
El murciélago cabeza de martillo presenta un notable dimorfismo sexual. El macho puede llegar a ser el doble de grande que la hembra. Además, su hocico es grueso con forma de martillo. Los labios del macho son grandes y colgantes y su nariz está rodeada de fruncidos. También hay que destacar que su morro es arrugado y posee una barba partida alopécica. La hembra en cambio tiene una cabeza parecida a la de un zorro volador.
Respecto al físico de este animal, el pelaje es de color marrón oscuro con un collar blanco. Su peso oscila entre los 218 y 450 gramos y puede medir entre 170 y 285 milímetros de largo.
Hábitat
Esta especie de murciélago vive principalmente en África, desde la Sierra Leona hasta Kenia occidental. Incluye el sur de Angola y Zambia. Sin embargo, se sigue sin saber exactamente si también habita en Etiopía y Gambia.
Dentro de estas regiones, el murciélago cabeza de martillo se encuentra en diferentes hábitats. Entre ellos destacan pluviselvas, manglares, selvas pantanosas, palmerales y también la sabana húmeda. Sin embargo, esta última es menos común para este mamífero.
Comportamiento del murciélago cabeza de martillo
La dieta de este murciélago incluye principalmente fruta e higos. No obstante, se ha observado que también se alimenta de aves, entre las cuales se encuentran las domésticas y de carroña.
Reproducción
Durante la estación húmeda tiene lugar la época de cría de estos mamíferos. Los machos del murciélago cabeza de martillo se reúnen durante la noche en grupos que pueden estar compuestos entre 20 a 135 individuos. Es entonces cuando intentan atraer a las hembras mediante vocalizaciones muy fuertes. Gracias a los sacos aéreos faríngeos hinchables de los machos y su gran laringe, son capaces de emitir sonidos muy altos. El murciélago cabeza de martillo es sin duda uno de los megaquirópteros más ruidosos. La voz de estos animales se parece a un continuo croar y graznar.
Normalmente, las hembras únicamente paren a una cría, de forma excepcional pueden ser dos. Es muy difícil diferenciar físicamente a ambos sexos hasta que no alcanzan la madurez sexual, cuando los machos ya han desarrollado sus rasgos faciales dimórficos. Las hembras llegan a la madurez sexual a los seis meses. Los machos en cambio tardan el triple. A los 18 meses es cuando se distingue que son machos gracias a sus características únicas.
Estado del murciélago cabeza de martillo
Este mamífero volador, junto a muchos otros animales de todas las clases y especies, se encuentra actualmente al borde de la extinción. El ser humano lo caza para su propio consumo. Además, destruye sus hábitats para obtener recursos y edificar. El murciélago cabeza de martillo es tan sólo uno más entre todos los seres vivos que sufren la avaricia y la ignorancia de nuestra especie. Es muy importante concienciarse de que este mundo no nos pertenece sólo a nosotros, si no también a la fauna y y a la flora que habitan en él desde hace millones de años.
En resumidas cuentas, todos formamos un ecosistema. Cada vez que un integrante de este sistema desaparece, el orden natural se ve alterado. Puede que no nos demos cuenta al instante, ¿o tal vez sí? El cambio climático, la superpoblación y la aparición de enfermedades y animales provenientes de otros lugares son un claro indicio de que algo está yendo mal. Si seguimos así, el mundo dejará de existir tal y como lo conocemos.