Actualmente existen muchísimas especies diferentes de murciélagos distribuidos por casi todo el planeta. Hoy hablaremos de una perteneciente al género Myotis: el Myotis emarginatus. Este quiróptero pertenece a la familia Vespertilionidae y se puede encontrar en Europa, Asia y África.
Comúnmente es conocido como murciélago ratonero pardo, pero también se le han otorgado otros nombre como murciélago de Geoffroy, en honor al naturalista que descubrió a esta especie, o murciélago de oreja partida. Si te interesa este curioso mamífero, sigue leyendo.
Descripción del Myotis emarginatus
El tamaño de este murciélago es mediano-pequeño. Sus orejas tienen una longitud media y una escotadura. Además, tienen un trago puntiagudo y corto que está más marcado que en otras especies. Respecto al pelaje, éste es lanoso con tonos rojizos y rubios en la espalda y de color amarillento en el vientre. No obstante, los individuos jóvenes son más oscuros y carecen de tonos rojizos. Generalmente, las hembras del Myotis emarginatus tienen un tamaño y peso mayores que los machos. Mientras que ellas miden entre 39,9 y 42,6 milímetros y pesan entre 8,5 y 11,5 gramos, los machos tienen unas medidas que oscilan entre 37,8 y 39,7 milímetros y un peso de entre 7,4 a 10 gramos.
Estos quirópteros poseen una membrana llamada plagiopatagio que se inserta en la base del dedo más externo de la extremidad posterior y lo une con la extremidad anterior, formando así la primera parte del ala. Además, hacen uso de pulsos de frecuencia modulada. Se trata de una técnica con la que pueden transmitir información mediante ondas variando la frecuencia de las mismas.
Dentro de esta especie, existen un total de tres subespecies:
- Myotis emarginatus emarginatus: Descubierta por E. Geoffroy en el año 1806.
- Myots emargiantus desertorum: Descubierta por Dobson en el año 1975.
- Myots emarginatus turcomanicus: Descubierta por Brobrinskii en el año 1925.
Biología del Myotis emarginatus
El Myotis emarginatus, al igual que la mayoría de quirópteros, es un murciélago insectívoro que caza sobre superficies. Entre sus presas se encuentran principalmente arañas y moscas. También se alimenta, aunque en menor medida, de neurópteros, polillas, opiliones, tijeretas, escarabajos y avispas. A pesar de ser un depredador, tiene que tener mucho cuidado con otros animales que podrían cazarlo a él, como por ejemplo la lechuza común. Además, existen algunos parásitos que pueden causarle problemas como los ácaros y los dípteros.
A la hora de reproducirse, se sabe que los partos se realizan entre finales de mayo y finales de julio. Por lo general, sólo nace una cría por hembra. Después, las madres forman colonias de cría que habitualmente sólo están compuestas por individuos femeninos y sus bebés. Suelen tener entre varias decenas y dos centenares de integrantes. En España, la mayor colonia de cría conocida es de alrededor de 1300 especímenes.
Comportamiento
Los expertos han podido observar que el Myotis emarginatus abandona su refugio tras pasar quince a veinte minutos del ocaso y regresa más o menos una hora antes de que empiece a amanecer. Durante la noche, este murciélago va alternando períodos de vuelo activo con momentos de descanso. Su radio de caza abarca un máximo de diez kilómetros alrededor del refugio.
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El Myotis emarginatus suele habitar en cuevas. Cuando llega el invierno, esta especie desaparece de España pero sigue estando presente en Europa central. A excepción de algún individuo suelto, no vuelve a ser vista en sus refugios españoles hasta la estación primaveral. Además, pueden formar colonias mixtas con otras especies de quirópteros como el Rhinolophus euryale o el Rhinolophus ferrumequinum.
Distribución y hábitat del Myotis emarginatus
Esta especie de murciélago se encuentra por el centro y el sur de Europa. el suroeste y el centro de Asia y el norte de África. Dentro del continente europeo, tiene sus límites en el sur de Alemania, en los Países bajos, en Eslovaquia y en la República Checa. El Myotis emarginatus habita en toda la península ibérica e incluso en Menorca, aunque no es muy frecuente en esta isla.
Es habitual encontrar a este quiróptero en cualquier tipo de ecosistema, pero por lo general evita bosques muy cerrados. Sus refugios suelen ser cuevas, donde forma colonias de decenas e incluso centenares de individuos, u otros lugares oscuros y protegidos. Actualmente existen varios grupos grandes de Myotis emarginatus. En el sur de la península existen colonias mixtas compuestas por especímenes del Myotis emarginatus, el Rhinolophus euryale, el Rhinolophus ferrumequinum y el Rhinolophus mehelyi. En cambio, en Aragón suelen convivir los murciélagos de Geoffroy con Myotis nattereri.
Peligro de extinción
Al igual que pasa con un incontable número de especies de murciélagos y otros animales, el Myotis emarginatus cada vez se encuentra más cerca de desaparecer por completo. Entre sus amenazas más habituales se encuentran actos vandálicos, el creciente turismo con afán de aventuras y cierres inapropiados. También el tratamiento que utilizan al norte de España para la madera que compone los desvanes resulta implicar organoclorados muy tóxicos para los murciélagos, por no hablar de las molestias que les provoca cuando están descansando. Por ello, se han tomado ciertas medidas de conservación para evitar la extinción del Myotis emarginatus en España:
- En vez de usar organoclorados para tratar la madera, se aplican ahora permetrinas.
- En la comunidad de La Rioja, las personas que tengan colonias del Myotis emarginatus en sus propiedades obtienen una subvención de 30€ por individuo, con un máximo de 1.500€.
- El valor de cada murciélago perteneciente a esta especie es de 120€ en Navarra.
- En Castilla-La Mancha y Andalucía se han cerrado algunos refugios y han puesto microrreservas.
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Es muy importante recordar que todos lo integrantes de un ecosistema ayudan a mantener un equilibrio. Tanto los murciélagos como cualquier otra especie de animal o planta son esenciales para que la balanza se mantenga. Las consecuencias resultantes de la extinción de otros seres vivos pueden ser fatales a la larga, dando paso a plagas, sobrepoblación, cambios climáticos, cambios ambientales y más. Nosotros formamos parte de este desastre, lo provocamos y sufriremos las consecuencias, pero también podemos pararlo y ayudar a volver a estabilizar la balanza natural del planeta tierra, el único planeta en el que podemos habitar de momento y en el que estamos en casa.