Ahora mismo, las mascotas tradicionales, como los perros y gatos, han visto cómo su liderazgo tenía que ser compartido con otros animales que han ido haciéndose un hueco en los hogares, como las tortugas, los conejos, los peces… Estos necesitan una serie de cuidados especiales, y a veces el desconocimiento puede hacer que el animal sufra. Por eso, si estás pensando en adoptar conejos bebés, ¿qué tal si te echamos una mano con ellos?
Aquí encontrarás cómo son los conejos bebés y todos los cuidados que va a precisar desde que nacen hasta que se hacen más mayores y están fuertes para vivir por mucho tiempo. No te lo pierdas.
Conejos bebés
Los conejos bebés son animales que necesitan muchos cuidados durante las primeras semanas para que estos puedan desarrollarse fuertes y sanos. Por eso, es una etapa primordial en la que debes prestar atención a sus necesidades, sobre todo en cuanto a la alimentación o a la temperatura de su cuerpo.
Debes saber que la gestación de una coneja es bastante rápida; en solo 20-30 días da a luz conejitos. Por eso, se le da una alimentación diferente, compuesta no solo de pellets, sino también de alimentos frescos que le aporten vitaminas y nutrientes (por ejemplo, las zanahorias o los pepinos).
Los conejos bebés nacen sordos y ciegos. Y muy, muy delicados. Es por eso que, si tienes una coneja, lo mejor es que los dejes con ella todo el tiempo porque sabrá cómo cuidarlos. No debes molestarlos, y mucho menos cogerlos; y es que la hembra puede ponerse nerviosa por tu presencia, aun cuando ya te conozca de mucho tiempo.
Ahora bien, en caso de que tu coneja, por cualquier motivo, acabe pereciendo (que esperamos que no), sí tendrás que hacerte cargo de esos conejos bebés y, por eso, aquí van los cuidados más importantes para sacar adelante a esos animalillos que tanto te necesitan.
Cuidados de los conejos bebés
A continuación te detallamos todos los cuidados que van a precisar los conejos bebés durante sus primeras semanas de vida para que puedas sacarlo adelante, o para que veas la evolución que van teniendo.
La alimentación de los conejos bebés
La dieta ideal para los conejos bebés es la leche de la madre, porque esta es la que más nutrientes va a tener y más protegerá y desarrollará a los pequeños. Sin embargo, puede darse el caso de que ella rechace a algún gazapo, o que no pueda alimentarlos. Si los alimenta la madre, la primera toma después del parto ocurrirá por la noche, normalmente ese mismo día, o bien al día siguiente. Y después lo hará dos veces al día.
Una forma de saber si los alimenta es observar por la mañana si tienen la tripita hinchada y caliente, porque será un indicio de que han comido. Otra forma es pesarlos y apuntar cada día el peso que debe aumentar; de lo contrario, es que algo pasa.
Ahora bien, ¿qué pasa si no los alimenta o no puede hacerlo? Pues que tendrás que hacerte cargo de su alimentación (la leche será lo que coma hasta la séptima semana). Para ello, tendrás que hacerte con una fórmula preparada con leche de cabra. Ojo, leche de cabra, no de vaca, porque esta segunda lo único que hará sera provocarle problemas en su estómago, cuadros de diarrea e incluso podrías matarlo.
Lo mejor es que hagas una mezcla entre la leche de cabra, la yema de un huevo y una cucharada pequeña de jarabe de maíz. Esa es la mejor fórmula de leche para conejos. En caso extremo, siempre puedes usar la leche para gatos recién nacidos.
Para darle de comer tienes que tener la leche templada, caliente pero que no queme. A continuación, has de coger al conejo con las patas hacia abajo y levantarle la cabecita para introducirle el biberón en la boca, pero a un lado de la misma, no se frente. Cuando lo tenga, así podrás girar un poco hacia delante. Ahora, aprieta para que salga la leche y, al sentirla y saborearla, él mismo empezará a succionar.
Cuando notes que la pancita la tiene redonda, es hora de quitarle el biberón.
Al principio solo toman 3ml por comida (en la primera semana), y conforme aumentan las semanas hay que ir subiendo. En la sexta-séptima semana comerá 15ml. Pero tampoco te guíes mucho de eso porque cada conejo es un mundo y habrá quienes coman más y quienes lo hagan en menor cantidad pero sigan estando sanos.
Eso sí, como ocurre con los gatos, es importante estimular el hacer sus necesidades. La coneja haría lo mismo que una gata, es decir, lamería a sus conejos bebés en la pancita y los genitales para estimularlos. Y tú debes hacer lo mismo con algún paño húmedo (si está templado mejor).
A partir de la tercera semana, además de la leche debes proporcionarle un poco de heno para que lo mordisqueen y puedan ir acostumbrándose a este (sobre todo también porque les ayudará con los dientes, el sistema digestivo y las bolas de pelo. Y a partir de la quinta semana puedes introducirle pienso o pellets. Pero la leche seguirá estando presente.
[relacionado url=»https://infoanimales.net/conejos/enfermedades-de-los-conejos/»]
En cuanto a los alimentos sólidos, podrás introducirlos a partir de la quinta semana también, a ser posible en pequeños trozos las frutas, y verduras grandes (zanahorias, lechuga, tomate…) para incitarlos a que prueben nuevos sabores y se acostumbren a ellos.
La jaula de los bebés
La jaula donde tengas a los conejos bebés debe estar protegida de corrientes de aire, pero también del sol. Y es que tienes que proporcionarle un lugar donde haya una temperatura constante ya que, de lo contrario, el animal puede enfermar fácilmente.
Es importante que siempre estén calentitos, por lo que ponerles una fuente de calor como una bolsa térmica es muy acertado. Si tienes el nido que ha hecho la coneja, sigue manteniendo a los animales en esa zona, no los muevas para que no se estresen. En caso contrario, puedes colocarlos en una caja de cartón si ves que en la jaula van a tener mucho frío. Una opción es cubrir la jaula con un jersey de lana o similar, ya que así estarás proporcionándole calor y oscuridad para que se sientan bien (te recordamos que nacen ciegos y al principio es mejor así).
¿Hora de juego?
Los conejos, a partir de la tercera semana, estarán más activos. Serán más curiosos y querrán conocer su mundo. No te decimos que puedan estar largas horas jugando, pero sí puedes empezar con su socialización, sobre todo para que se acostumbren a tu presencia, a poder manipularlos sin que se estresen o simplemente a que estés a su lado.
Puedes jugar con ellos con algunos alimentos. Por ejemplo la hierba o el heno, para que se lo coman, o bien, cuando son algo más mayores, con las frutas y verduras.