Tener como mascota un conejo hoy día no es nada descabellado, muchos comparten su día a día con uno. Además, son animales que pueden vivir varios años si se les cuida bien. Sin embargo, debes tener en cuenta que hay enfermedades de los conejos de las cuales hay que protegerles.
Las vacunas, revisiones periódicas con el veterinario, una buena alimentación y sobre todo cumplir con las necesidades que tiene este son tareas imprescindibles para que no se enferme o para darte cuenta de los síntomas que avisan de un problema. Pero, ¿cuáles son las enfermedades de los conejos? Te hablamos de ellas.
Síntomas de que un conejo está enfermo
Antes de presentarte las distintas enfermedades los conejos, conviene que sepas detectar los problemas a tiempo, ya que saber si algo no va bien, en un primer «estado» puede acabar salvándole la vida a tu mascota.
Cuando estás atento a tu conejo, sabes cuándo cambia su comportamiento, o cuándo hay algo en él que te hace tener dudas de si está bien. En general, esos síntomas son los siguientes:
- Deja de comer o simplemente come menos de lo que es habitual en él.
- Empieza a adelgazar sin un motivo aparente.
- Inclina la cabeza hacia un lado.
- No se mueve mucho, ni tampoco tiene ganas de jugar contigo.
- Tiene diarrea o al contrario, no puede ir al baño durante más de 48 horas.
- Tiene bultos o inflamaciones en el cuerpo, las mamas…
- Presenta dificultad para respirar, bien con sonidos guturales, silbidos, etc.
- Sus ojos se vuelven llorosos, rojos.
Si pasa algo de esto y ves que no es normal, lo mejor es que acudas al veterinario para que le eche un vistazo y valore si es algo sin importancia o, al contrario, hablamos de un problema serio.
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Las causas por las que tu conejo puede enfermar
Cualquiera de las enfermedades de los conejos te preocupará, ya que pone a tu mascota en una situación que no es la más adecuada para él (e incluso puede hacer peligrar su vida). Por eso, conocer qué puede enfermar a tu conejo es importante.
La mayoría de las enfermedades de los conejos tienen relación con los siguientes aspectos:
- Una mala alimentación. Bien porque le das una comida de baja calidad, o porque esta estaba en mal estado.
- Una jaula que no es la mejor. Por ejemplo, que sea demasiado pequeña, con la que pueda herirse…
- Una situación de estrés continuo. Los conejos son animales a los que les gusta la tranquilidad y someterlos a situaciones de estrés los enferma. Por eso, necesitan un lugar tranquilo.
- Una mala higiene. Tan importante es que su alimentación sea la adecuada como que esté bien cuidado. En este caso, no prestar atención a su higiene, ya sea en el animal como en la jaula, puede traer consecuencias.
- Una temperatura elevada. Los conejos no son como las personas; no soportan ciertas temperaturas.
Las enfermedades de los conejos: ¿cuáles hay?
Lo primero que debes saber sobre las enfermedades de los conejos es que hay muchas y muy variadas. De hecho, los expertos las clasifican en cinco grandes grupos: parasitarias, genéticas, bacterianas, fúngicas y víricas. Hablarte de todas y cada una de ellas puede ser eterno, pero sí queremos que conozcas, de cada uno de los grupos, las enfermedades más habituales que pueden afectar a tu conejo.
Enfermedades de los conejos de origen parasitario
Este tipo de problemas pueden dar lugar a dos subgrupos, los parásitos internos y los parásitos externos. En general, las enfermedades que puede padecer son:
- Sarna. Esta enfermedad provoca picores en los conejos, que al rascarse se provocan heridas y costras. Se puede tratar.
- Piojos o pulgas.
- Diarreas.
- Infección por coliformes. Es muy parecida a las diarreas, solo que estas son más fuertes y provoca una deshidratación severa del conejo si no se detienen a tiempo.
Enfermedades genéticas
Las enfermedades genéticas son aquellas que predisponen a los conejos a padecerlas, porque están en sus genes. De hecho, son problemas que tienen a menudo y que no son tan peligrosas si se mantienen a raya.
- Sobrecrecimiento de los dientes.
- Malformación de la mandíbula.
Enfermedades de los conejos de origen bacteriano y fúngico
Unimos estos dos grandes grupos. Eso sí, cada una de ellas se produce por la presencia, bien de bacterias, bien de hongos. Las más habituales son las siguientes:
- Conjuntivitis. Es un problema relacionado con los ojos, en donde los tendrá llorosos, inflamados e incluso con dolor.
- Otitis o problemas de oído. En este caso afecta a los oídos, pudiendo hacer que gire la cabeza al lado de la oreja que le duele.
- Pasterelosis. Se caracteriza por estornudos, mucosidad, ronquidos… Afortunadamente los antibióticos son efectivos contra esta enfermedad.
- Abscesos en la piel. Hablamos concretamente de bultos en la piel que pueden salir y que están llenos de pus. Estos pueden romper la piel y hacer que el pus salga fuera, por lo que hay que tratar el problema (bien con curas periódicas o extirpando los bultos).
- Tularemia. Es una de las más complicadas de prevenir porque no tiene síntomas previos. El único síntoma que provoca es que el animal no come, y eso provoca que, en 2-4 días, acabe muriendo.
- Neumonía. Al igual que al ser humano, la neumonía es un problema grave para ellos, puesto que provoca dificultad para respirar, mucosidad, ronquidos, tos, silbidos… Si la bacteria llega a los pulmones puede poner en peligro la vida del animal.
- Mastitis. Se trata de una infección de las mamas.
- Tiña. La tiña la produce un hongo y provoca que el animal pierda su pelo en determinadas zonas, apareciendo costras en la piel. Afecta sobre todo a la cara.
- Coccidiosis. Esta es de las que más peligro tiene para los conejos. Los coccidios son microorganismos que tiene el propio conejo para mantener un equilibrio en su sistema digestivo. Pero cuando estos se descontrolan pueden provocar la muerte del animal.
- Tarsos ulcerados. Son heridas en las patas con infección.
Enfermedades de los conejos de origen vírico
Para terminar, las enfermedades que se producen por un virus, y que atacan de forma más habitual a los conejos, son las siguientes:
- Rabia. La rabia es una enfermedad que no tiene cura. Sin embargo, hoy día está prácticamente erradicada en casi todo el mundo, y la vacunación la previene, razón por la que debes controlar su cartilla y ver que la vacuna hace efecto.
- Mixomatosis. Entre sus síntomas está el no comer, tener los párpados hinchados, así como los labios, mamas, genitales… No hay tratamiento, y solo la vacuna puede prevenir el problema.
- Fiebre hemorrágica. Se contagia a través de la nariz, ojos o boca. Se caracteriza por un conejo muy nervioso, con síntomas de apatía, anorexia y problemas para respirar o para estarse quieto. Además, puede provocar convulsiones, hemorragias nasales… También hay vacuna ya que si se contagia, puede morir en unas horas.