Triceratops, el dinosaurio con el rostro de los tres cuernos

Todo sobre la vida del triceratops

Los Triceratops, dinosaurios pertenecientes al grupo de los ceratópsidos. Fueron una de las especies de herbívoros más conocidos hoy en día. De hecho, su propio nombre hace alusión a «rostro de tres cuernos». Y es que hay algunos dinosaurios que también destacaron por sus marcados rasgos, como la garra del Velociratpor, o esos pequeños bracitos del Tiranosaurio Rex.

Desde su primer hallazgo en 1887 en América del Norte, nunca se ha encontrado un esqueleto completo de Triceratops. Pero sí se ha encontrado el número suficiente de esqueletos, como para determinar que hubo en realidad dos especies de él. El Triceratops Horridus y el Triceratops Porsus. Este artículo, está dedicado a descubrir de él/ellos, su estilo de vida, hábitat, reproducción, alimentación, y todo lo que engloba la forma en como interaccionaba con el mundo así como su morfología.

Morfología del Triceratops

Morfología y anatomía del Triceratops

Con un tamaño de entre 8 y 9 metros, los Triceratops eran recios y muy voluminosos. Su peso, oscilaba entre 6 y 12 toneladas. Su gran cabeza, que podía medir hasta una tercera parte de su cuerpo y 2 metros de longitud era muy particular. Tenía un pequeño cuerno en el hocico, y sobre cada ojo un par de cuernos más extensos de un metro de longitud. En la parte trasera de la cabeza tenía una expansión nucal corta y sin fenestras. Este rasgo lo diferenciaba del resto de ceratópsidos, dónde éstos si tenían grandes aberturas en estas plataformas craneales posteriores. En su lugar, en algunos Triceratops, si se han encontrado alrededor de esa corona una especie de huesos pequeños y puntiagudos.

Tras su nuca le continuaba un gran, fuerte y robusto cuerpo. Sus patas delanteras constaban de 5 dedos (pezuñas) y las traseras de 4. Las patas, al igual que su cuerpo, también eran gruesas y pesadas. En un principio, se pensó que la postura del Triceratops sería muy uniforme, y sus patas le daban un aspecto uniforme, similar a las iguanas que conocemos. Sin embargo, en las reconstrucciones de esqueletos y simulaciones por ordenador recientes, se ha averiguado que tenía una postura semiflexionada e inclinada hacia delante. Algo parecida a los rinocerontes.

A pesar de que este descubrimiento no afecta a la forma como se especula podría alimentarse o moverse, si reveló ciertos datos sobre el origen del Triceratops. Y es que, al contrario de otros cuadrúpedos como los saurópodos o ankylosaurios, los Triceratops tenían las piernas más largas en su parte trasera. Esto significa, que posiblemente descendiera de un bípedo, y que el hecho de que las piernas delanteras fueran más cortas, en su antecesor tuvieran otra función más que la de apoyarse.

La cabeza y su mecanismo de defensa

Triceratops cabeza y mecanismo de defensa

Con una boca en forma de pico de pájaro, y unos cuernos enfocados a defenderse, las teorías sobre su función han variado al largo del tiempo. En un principio, con representaciones audiovisuales donde incluso se podían ver luchas entre Triceratops embistiéndose, cada vez se desestiman más esas funciones. Lo cierto es que por el escaso grosor del cráneo, una lucha entre ellos hubiese tenido mal desenlace. De hecho incluso, comienza a ponerse en duda, que los grandes cuernos hubiesen servido realmente para la defensa. Pero al consenso que sí se llegó es que para lo que sí podrían haber servido los cuernos es para atemorizar a depredadores, igual que la prolongación de la nuca.

La particular corona de los Triceratops, tampoco hubiese tenido función defensiva en ataque. De hecho, la corona era muy frágil, y se ha observado en restos fósiles como unas fracturas podrían haber sido heridas suficientemente graves y nocivas como para haberse expuesto en combate. De modo que quizás, al igual que los cuernos, la corona hubiese servido para atemorizar a sus depredadores. Y luego, otra opción que se baraja, es que hubiese ocupado un rol para la reproducción sexual en el apareamiento.

Alimentación del Triceratops

Dieta y alimentación del Triceratops

El Triceratops era un dinosaurio herbívoro. Debido a su altura y estar su cabeza cerca del suelo, se deduce que debió comer mayormente plantas de baja altura. Además, la función de su mandíbula en pico, indica que más que para triturar le hubiera servido para arrancar las plantas. Algo curioso, es la cantidad de dientes que poseía. De 36 a 40 hileras de dientes a cada lado de la mandíbula con 5 dientes apilados por hilera. Este total de entre 400 y 800 dientes le servían para toda su vida. Y es que al igual que los tiburones, los Triceratops reemplazaban los dientes cada vez que uno se rompía o quedaba en mal estado. Al contrario de los humanos, que solamente tendremos dos, los de leche y los de adulto, que nos sirven para toda la vida.

Esta gran cantidad de dientes indica que su dieta podría haber sido rica en palmeras, cycas y helechos. Mucho material vegetal fibroso hubiese podido ser masticado por la forma y cantidad de su gran dentadura. Además sus cuernos, le habrían proporcionado facilidades para agarrar o arrancar ramas de plantas que fuesen más altas.

Comportamiento y forma de relacionarse con el hábitat

Comportamiento social y hábitat del Triceratops

Vivió a finales del Cretáceo, hace entre 68 y 66 millones de años. A menudo se ha representado el Triceratops como si viviera en manadas, pero nuevamente aquí surgen las dudas. A diferencia de otras especies donde se han encontrado yacimientos con varios ejemplares juntos, al Triceratops siempre se lo ha encontrado solo a excepción de un lugar. En el sudeste de Montana se encontraron a tres Triceratops jóvenes, dato muy revelador, que no termina de extrapolarse al resto de su especie.

No puede saberse a ciencia cierta ciertos comportamientos a la hora de relacionarse, y existen otros paleontólogos que defienden que si vivían en manadas. Del mismo modo, a pesar del fino grosor del cráneo, si apelan a que esos grandes cuernos por fuerza hubieran servido para defenderse y atacar. Algo que se ha defendido con el argumento de que no se han encontrado restos de hendiduras ni afectaciones entre los cuernos y el cráneo. Pero lo que sí se sabe seguro, es que fue una especie muy común y dominante en su época, donde 5 de cada 6 dinosaurios de aquel entonces era un Triceratops. Esto se explica debido a la enorme cantidad de fósiles, cráneos y esqueletos que se han encontrado fosilizados.

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